A raíz de esta fuga, que Naciones Unidas calificó como "el peor desastre ecológico en la historia del país", el litoral peruano recibió el vertido de unos 10.396 barriles de crudo, según datos de Repsol, mientras que las autoridades peruanas aseguran que fueron 11.900 barriles.
(EFE) – La empresa Repsol informó este viernes que firmó acuerdos de compensación con más de 1.000 familias afectadas por el derrame de petróleo ocurrido en enero pasado en el norte de Lima, lo que calificó de un “importante hito” en su compromiso de compensar a 10.300 familias damnificadas por el desastre ecológico.
Según precisó la transnacional española en un comunicado, se trata de más de 1.000 familias de cinco distritos impactados por el derrame de crudo: Ventanilla, Santa Rosa, Ancón, Aucallama y Chancay, todas ubicadas al norte de la capital peruana.
Los acuerdos de compensación final se realizaron mediante un proceso de diálogo con los colectivos representativos involucrados, y el proceso siguió los lineamientos establecidos por las Naciones Unidas para estos casos, siempre de acuerdo con la compañía.
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“Con este importante hito la empresa avanza en su compromiso de compensar a las 10.300 familias afectadas por el derrame, que fueron censadas en el Padrón Único de Afectados, cuya culminación fue comunicada recientemente por la Presidencia del Consejo de Ministros”, señaló la empresa.
A la fecha, Repsol se encuentra a la espera del informe de evaluación de las autoridades peruanas para el retorno a las actividades o para la implementación de los planes de rehabilitación, en caso sea necesario.
“La compañía reitera su compromiso con el país y la sociedad peruana, y reafirma su plan para ejecutar nuevos proyectos sostenibles de desarrollo social en las zonas afectadas”, concluyó en la nota.
El derrame en el mar de Lima
El derrame de crudo ocurrió el 15 de enero pasado, cuando el buque petrolero italiano Mare Doricum descargaba el hidrocarburo de la terminal 2 de la refinería La Pampilla, que opera Repsol en el municipio de Ventanilla, ubicado a unos 20 kilómetros al norte de Lima.
A raíz de esta fuga, que Naciones Unidas calificó como “el peor desastre ecológico en la historia del país”, el litoral peruano recibió el vertido de unos 10.396 barriles de crudo, según datos de Repsol, mientras que las autoridades peruanas aseguran que fueron 11.900 barriles.
Debido a la catástrofe ambiental, el Instituto de Defensa de la Competencia y de la Protección de la Propiedad Intelectual (Indecopi) presentó una demanda judicial contra la compañía por 3.000 millones de dólares por los daños causados por el derrame y otros 1.500 millones por el daño moral a los consumidores, usuarios y afectados, una cifra que tiene que ser definida por un juez.
Hasta el momento, el Organismo de Evaluación y Fiscalización Ambiental (OEFA) ha impuesto siete multas coercitivas a Repsol por un monto de 2,852 millones de soles (unos 735.000 dólares), que ya ha sido pagado.
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Además, abrió seis procedimientos administrativos contra la compañía y, uno de ellos, determinó la responsabilidad administrativa e impuso a la compañía una sanción de más de 5 millones de soles (1,3 millones de dólares).
El Ministerio del Ambiente informó recientemente que, en paralelo a las sanciones del OEFA, el Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado (Sernanp) inició dos procedimientos administrativos sancionadores a Repsol por contaminación a la diversidad biológica en la Zona Reservada Ancón y la Reserva Nacional Sistema de Islas, Islotes y Puntas Guaneras.
Estos procedimientos, por los que la empresa podría ser multada por hasta 46 millones de soles (casi 12 millones de dólares), se espera que culminen este mes de septiembre, según el Ministerio.