La embajada de Rusia en Estados Unidos se refirió a las acusaciones de interferencia en las elecciones presidenciales, luego de que las autoridades señalaran las falsas amenazas de bomba a los centros de votación.
(CNN) – La embajada de Rusia en Estados Unidos ha negado las acusaciones de interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales estadounidenses después de que las autoridades dijeran que las falsas amenazas de bomba a los centros de votación parecían originarse en Rusia.
El FBI confirmó el martes que las amenazas de bomba a los centros de votación en varios estados probablemente provenían de dominios de correo electrónico rusos. Aunque el FBI dijo que ninguna de las amenazas se consideró creíble, obligaron al cierre temporal de varios centros de votación.
Esto ocurre después de que la inteligencia estadounidense evaluara el mes pasado que agentes rusos estaban detrás de un video falso que pretendía mostrar a alguien destruyendo papeletas de voto por correo en Pensilvania a fines de octubre.
La embajada rusa en Washington calificó las acusaciones estadounidenses de “calumniosas y sin fundamento”.
“Todas las insinuaciones sobre ‘maquinaciones rusas’ son calumnias maliciosas, inventadas para usarlas en la lucha política interna de Estados Unidos”, dijo la embajada en declaraciones recogidas por la agencia de noticias estatal RIA Novosti.
La embajada dijo que “no recibió ninguna evidencia en sus contactos con funcionarios estadounidenses o incluso ninguna solicitud con respecto a la historia promovida en la prensa”, y acusó a las autoridades y los medios estadounidenses de “histeria” por la supuesta desinformación rusa relacionada con las elecciones.
El secretario de prensa del presidente ruso, Dmitry Peskov, ha negado repetidamente cualquier interferencia electoral por parte de Moscú, diciendo que las acusaciones eran “absolutamente infundadas”, según RIA Novosti.
CNN informó que una filial de la “fábrica de trolls” rusa que tuvo como blanco las elecciones presidenciales estadounidenses de 2016 parecía estar en el centro de una campaña de desinformación que intentaba influir en las audiencias occidentales y especialmente estadounidenses, según una investigación conjunta con investigadores del Media Forensics Hub de la Universidad de Clemson.
desde la cúpula comunista, acusaron a la gestión del nuevo alcalde de Santiago, Mario Desbordes de "detener y afectar" el permiso para la realización del evento que estaba programado para el 4 y 5 de enero de 2025 en el Parque O'Higgins.
