Un refugio para animales de Chesterfield ofreció acoger al perro para adopción, pero el representante de la dueña no aceptó el ofrecimiento.
Emma, una saludable mezcla de Shih Tzu, fue sacrificada para cumplir el último deseo de su fallecida propietaria: que la perra descansara con ella.
El can llegó al Refugio de Animales del Condado de Chesterfield en Chesterfield, Virginia, el 8 de marzo después de la muerte de su dueña, y ahí se quedó dos semanas. Durante ese tiempo, el refugio estuvo en contacto con el albacea de los bienes de la mujer muerta para tratar de que dejaran vivir al animal.
“En varias ocasiones sugerimos que podrían entregar a la perra, porque es una perra a la que podemos encontrar fácilmente un nuevo hogar”, dijo Carrie Jones, gerente de la Oficina de Animales de Chesterfield, a WWBT, afiliada de CNN.
El 22 de marzo, el albacea de los bienes de la propietaria llegó al refugio para buscar a la mascota, dijo a CNN una portavoz de la Policía del Condado de Chesterfield. El refugio nuevamente ofreció que el can fuera entregado para adopción, pero el albacea lo rechazó.
Emma fue llevada a un veterinario local, sometida a eutanasia y llevada a un centro de cremación de mascotas en Richmond, Virginia, informó WWBT. Sus cenizas fueron colocadas en una urna y devueltas al representante de la herencia de la mujer.
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Los cementerios en Estados Unidos generalmente están regulados por la ley estatal, por lo que el lugar donde uno vive determina si es legal ser enterrado con su mascota.
En 2014, Virginia promulgó una ley que legaliza esta situación. Permite que una compañía de cementerios tenga una sección dedicada a los restos humanos y las mascotas de los humanos fallecidos.
Sin embargo, los cementerios deben apartar un área claramente marcada de la propiedad para crear secciones donde las mascotas y los humanos pueden estar enterrados juntos, y ninguna mascota puede estar enterrada en la misma tumba, cripta o nicho que un humano.
Pensilvania, Nueva York y Nueva Jersey tienen leyes similares.
Un puñado de estados permite que los humanos sean cremados y luego puedan enterrar sus cenizas en cementerios para mascotas. Otros permiten que las mascotas sean enterradas junto con restos humanos en una parcela familiar o en una sección adyacente para animales. Otros lo prohíben por completo.
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En Virginia, veterinarios con licencia, técnicos de eutanasia certificados, oficiales de control de animales e investigadores humanos pueden practicar la eutanasia, según la Asociación Estadounidense de Medicina Veterinaria.
Pero encontrar un veterinario que acepte practicarla a una mascota saludable podría ser un desafío. Si bien no es un problema legal — las mascotas son consideradas propiedad personal– ciertamente es una cuestión moral.
El Dr. Kenny Lucas de la Clínica de Animales Shady Grove dijo que no lo haría.
“Cuando nos enfrentamos a una situación de eutanasia, es una situación muy emocional — más allá de todo lo que hablamos– que debemos realizar de manera ética y hemos hecho un juramento para hacerlo”, dijo a WWBT. “También es algo que nos llevamos a casa. Nos pesa como profesionales”.