La policía investiga la acción del sujeto desde la hipótesis de un supuesto sicario. Por el momento se desconoce la identidad del agresor.
Una mujer tendrá que pasar en recuperación el resto de su vida luego de que alguien que se hizo pasar por un mensajero le disparara a quemarropa con una ballesta.
El ataque, que es investigado como un intento de asesinato, ocurrió en noviembre en Mississauga, Ontario, Canadá. Esta semana, la policía publicó imágenes de video del sospechoso en la puerta de la víctima con la esperanza de que la persona pueda ser identificada.
Los servicios de emergencia que respondieron a una residencia en Mississauga el 7 de noviembre, encontraron a una mujer de 44 años que sufría lesiones graves y la transportaron a un hospital, dijo la policía en un comunicado de prensa el lunes.
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Desde entonces, los investigadores determinaron que la víctima abrió la puerta de su casa y se encontró con una persona que sostenía una caja grande. Después de una breve conversación, el sospechoso disparó a la mujer en el pecho con una ballesta que estaba oculta en la caja. El sospechoso luego huyó a una camioneta de color oscuro, dijeron las autoridades.
Los investigadores creen que el ataque fue premeditado y aislado. Los comentarios hechos a la víctima en su puerta también indican que el ataque fue planeado, dijo la superintendente de la división Heather Ramore durante una conferencia de prensa el lunes.
“La víctima sufrió un trauma masivo que amenazaba la vida y también la alteraba”, dijo Ramore. “El ataque estaba destinado a acabar con la vida de la víctima”.
Es posible que el sospechoso haya realizado el ataque a petición de otra persona, dijo Ramore.
El arma utilizada en el ataque, dijo Ramore, es “comúnmente utilizada por los cazadores para matar objetivos de caza mayor, como alces y ciervos”.
La mano derecha del sospechoso estaba en la caja y los investigadores creen que ese brazo se usó para disparar la ballesta, dijo el sargento Jim Kettles, detective de la Policía Regional de Peel.
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La víctima estaba sola en casa, pero logró cerrar la puerta y llamar al 911 después del ataque.
La mujer pasó varios meses en el hospital y estará en una “fase de recuperación por el resto de su vida”, dijo Kettles.
En el video de vigilancia, el rostro del sospechoso no está cubierto, pero lleva un sombrero y posiblemente otra cubierta para la cabeza, así como un guante. Kettles dijo que el sombrero y los zapatos del sospechoso son distintivos y también pueden ayudar a proporcionar pistas que conduzcan a su identidad.
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