El simulacro se produce un día después de que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, regresara de una visita de 10 días por América Central y Estados Unidos, donde se reunió con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy.
(CNN) – China comenzó tres días de ejercicios militares cerca de Taiwán después de que la presidenta de la isla se reuniera con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, desafiando las repetidas amenazas de Beijing.
Los ejercicios, denominados “Espada afilada unida”, fueron denunciados por Taiwán. China ve a Taiwán como su propio territorio y no ha descartado usar la fuerza para ponerla bajo su control.
El Comando de Operaciones del Este del ejército chino anunció los simulacros este sábado y los describió como “una seria advertencia contra la colusión de las fuerzas separatistas de Taiwán con fuerzas externas, y un movimiento necesario para defender la soberanía nacional y la integridad territorial”.
“El grupo de trabajo organizó simultáneamente patrullas alrededor de la isla para crear un cerco completo y una situación de disuasión”, dijo el Comando del Este.
Poco después del anuncio de China, el Ministerio de Defensa de Taiwán dijo que había detectado un total de 42 aviones de combate chinos sobre el Estrecho de Taiwán, que separa la isla de China continental. Dijo que 29 aviones de combate chinos habían cruzado la línea media del estrecho hacia su zona de identificación de defensa aérea. Agregó que se habían visto ocho buques del Ejército Popular de Liberación (EPL) en el estrecho.
Los simulacros se producen un día después de que la presidenta de Taiwán, Tsai Ing-wen, regresara de una visita de 10 días por América Central y Estados Unidos, donde se reunió con el presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Kevin McCarthy.
Beijing había advertido repetidamente contra el viaje y había amenazado previamente con tomar “medidas fuertes y decididas” si se llevaba a cabo.
China reclama a Taiwán como propio a pesar de nunca haberla gobernado, y ha pasado décadas tratando de aislarla diplomáticamente.
Las incursiones de aviones de combate chinos en la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán, una zona de amortiguamiento autodeclarada más allá de su espacio aéreo territorial, ocurren casi a diario.
El Ministerio de Defensa de Taiwán dijo este sábado que estaba monitoreando de cerca la situación y que haría todo lo posible para defender la seguridad y la soberanía nacional.
“El Ejército Popular de Liberación (EPL) está creando tensiones deliberadamente en el Estrecho de Taiwán. Además de dañar la paz y la estabilidad, también provoca un impacto negativo en la seguridad y en el desarrollo regional”, dijo el ministerio.
El ministerio había dicho este sábado más temprano que respondería a los simulacros de manera tranquila, racional y seria, y que no buscaría escalar el conflicto.
China había reaccionado de manera similar cuando la entonces presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, visitó Taiwán en agosto pasado, lanzando una serie de ejercicios militares rodeando la isla y disparando misiles sobre ella.
Esos simulacros representaron la primera vez que China disparó misiles sobre la isla, y muchos expertos los vieron como una gran escalada de la intimidación militar de China contra Taiwán.
Además, algunos de esos misiles cayeron en la Zona Económica Exclusiva de Japón cerca de las islas japonesas al norte de Taiwán, un movimiento que aumentó las tensiones entre Beijing y Tokio.
Los ejercicios de agosto también involucraron a docenas de aviones de combate chinos que cruzaron la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán, así como a buques de guerra de la Armada del EPL en maniobras en aguas alrededor de la isla.
Beijing dijo en ese momento que estaba simulando un “bloqueo” aéreo y marítimo de la isla, pero ofreció poca evidencia sólida para respaldar la afirmación.
Según los informes, los funcionarios de Taiwán esperaban una reacción menos severa a la reunión de Tsai con McCarthy porque la misma tuvo lugar en suelo estadounidense.
Para evitar provocar a Beijing y desencadenar otra crisis militar, los funcionarios estadounidenses y taiwaneses trataron de presentar la visita de Tsai como nada fuera de lo común, citando una gran cantidad de precedentes del tránsito de un líder taiwanés por EE.UU.
Pero el significado político de la reunión de Tsai con McCarthy es innegable. Fue la audiencia de más alto nivel que un presidente de Taiwán en ejercicio había recibido en suelo estadounidense, con un segundo oficial en la línea de la presidencia después del vicepresidente.
Su reunión en la Biblioteca Presidencial Ronald Reagan destacó el fortalecimiento de los lazos entre Taipei y Washington, aunque siguen siendo de naturaleza no oficial. Estados Unidos retiró su reconocimiento diplomático de Taiwán en 1979, lo que significa que no lo reconoce oficialmente como país. Sin embargo, apoya la capacidad de Taiwán para defenderse vendiendo armas a Taipei.
Luego de la reunión entre Tsai y McCarthy este miércoles, el presidente de la Cámara de Representantes de EE.UU. dijo que el país debía continuar aumentando el apoyo a Taiwán.
“Debemos continuar con las ventas de armas a Taiwán y asegurarnos de que lleguen a tiempo. También debemos fortalecer nuestra cooperación económica, particularmente con el comercio y la tecnología”, tuiteó.