El exmandatario criticó la "deslealtad" de los líderes evangélicos que han negado su apoyo público a su campaña. Estos son los dichos más recientes de una serie de afirmaciones desconcertantes que ha hecho sobre uno de los bloques de votantes más cruciales para las primarias republicanas.
(CNN) – Pocos días antes de que Donald Trump tenga su primer acto de campaña para las elecciones de 2024 en Carolina del Sur, un estado cuya población evangélica ha desempeñado durante mucho tiempo un papel fundamental en sus primarias presidenciales, el expresidente arremetió contra los conservadores religiosos que se han negado a respaldar su tercera aspiración presidencial.
Los comentarios de Trump al periodista conservador David Brody, durante una entrevista este lunes en la que criticó la “deslealtad” de los líderes evangélicos que han negado su apoyo público a su campaña, son los más recientes de una serie de afirmaciones desconcertantes que ha hecho sobre uno de los bloques de votantes más cruciales para las primarias republicanas.
“Nadie ha hecho más por el derecho a la vida que Donald Trump. Puse a tres jueces de la Corte Suprema, cuyos votos consiguieron algo por lo que han estado luchando durante 64 años, durante muchos, muchos, años”, dijo Trump a Brody, en referencia al fallo de la Corte Suprema que anuló derecho federal al aborto en la decisión Dobbs contra Jackson Women’s Health Organization el verano pasado.
“Hay una gran deslealtad en el mundo de la política”, continuó Trump, lamentándose de los líderes evangélicos que no han apoyado su campaña.
A principios de este mes, Trump también criticó a los que se oponen al aborto por haber perdido “un gran número de votantes” en las elecciones intermedias de 2022, “especialmente aquellos que insistieron firmemente en que no hubiera excepciones, ni siquiera en caso de violación, incesto o vida de la madre”. Los comentarios de su plataforma Truth Social suscitaron duras réplicas de varios destacados conservadores religiosos y activistas antiabortistas, entre ellos la presidenta de Susan B. Anthony Pro-Life America, Marjorie Dannenfelser, quien, en una crítica poco velada a Trump, arremetió contra los republicanos que han abogado por una “estrategia del avestruz” sobre el aborto, prefiriendo ignorar el tema a elevarlo en elecciones críticas.
Trump reafirmó este sentimiento en su entrevista con Brody, admitiendo que aconsejó a los candidatos republicanos para gobernador de 2022, Doug Mastriano, de Pensilvania, y Tudor Dixon, de Michigan, que se enfrentarían a un camino más difícil hacia la victoria por negarse a apoyar excepciones a las restricciones del aborto, como cuando la vida de la madre está en peligro. Ambos candidatos perdieron finalmente sus respectivas contiendas.
Como informó previamente CNN, Trump pasó gran parte del ciclo de las elecciones intermedias quejándose en privado con sus asesores y aliados de que la anulación de Roe contra Wade perjudicó a los republicanos al elevar el tema y desviar la atención de asuntos más favorables como la inflación y la delincuencia.
Las recientes quejas de Trump sobre los evangélicos y los detractores del aborto han desconcertado a aliados y asesores que reconocen el papel crucial que ambos grupos desempeñan en el ecosistema conservador y su influencia en las primarias presidenciales, una dinámica de la que el expresidente parece ser muy consciente.
En 2016, la principal razón de Trump para elegir a Mike Pence, el autodenominado “devoto evangélico” y entonces gobernador de Indiana, como su compañero de fórmula fue apuntalar el apoyo entre los conservadores religiosos que seguían siendo profundamente escépticos con su propia marca política descarada.
Esa misma misión podría resultar más difícil en unas primarias tan concurridas como las de 2024, ya que Trump trabaja para convencer a los votantes de las primarias de que es el más elegible y el más comprometido con la promoción de sus causas en un segundo gobierno.
“No hay camino hacia la nominación sin ganar el voto evangélico. Nadie lo sabe mejor que el presidente Trump porque, para sorpresa de casi todo el mundo, se ganó su apoyo en 2016″, dijo Ralph Reed, director ejecutivo de la Faith & Freedom Coalition, que desde hace tiempo es cercano al expresidente.
“Va a tener una audiencia muy justa entre los votantes de fe. Pero serán unas primarias muy reñidas, con muchos candidatos provida, y todos ellos tendrán la oportunidad de exponer sus argumentos”, añadió Reed. “Nadie debería asumir que el voto evangélico está dicho o cerrado para ellos”.