La subasta de este fin de semana incluyó 270 artículos. Entre las otras piezas destacadas se encontraba una placa de bronce del bote salvavidas con la inscripción “SS Titanic” y se cree que era del bote salvavidas 12.
Un frasco de brandy plateado que se entregó a un pasajero de primera clase en el Titanic poco antes de que se hundiera se vendió por alrededor 76.000 libras esterlinas (98.000 dólares) en una subasta.
Helen Churchill Candee era dueña del frasco, grabado con el escudo de armas de su familia y el ominoso lema “Fiel pero desdichado”.
Cuando se produjo el desastre, Churchill Candee le dio el frasco a su amigo y compañero de primera clase, Edward Kent, y le dijo: “Tienes más posibilidades de vivir que yo”. Pero Kent murió y sus pertenencias, incluido el frasco, fueron devueltas a su esposa, quien posteriormente devolvió el frasco a Churchill Candee, quien había sobrevivido al desastre.
“El frasco está en muy mal estado”, escribió la viuda en una carta a Churchill Candee, una prolífica escritora y pionera de los derechos de las mujeres, que había regresado a Estados Unidos después de que su hijo resultó herido en un accidente aéreo.
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El frasco permaneció en la familia de Churchill Candee hasta 2005, cuando fue vendido por Henry Aldridge & Son, con sede en Reino Unido, considerado como una autoridad líder en todo lo relacionado con el Titanic. Al salir nuevamente a la venta este año, atrajo ofertas de todo el mundo por teléfono y en línea. La oferta ganadora provino de un comprador privado no identificado en Gran Bretaña.
El subastador, Andrew Aldridge, dijo a CNN que la firma logró su experiencia en este campo “puramente por casualidad”, cuando su padre, Alan, realizó una gira de valoración hace unos 20 años.
La carta que acompañaba al frasco. Cortesía: Henry Aldridge & Son Ltd.
Ahora Aldridge, el director ejecutivo de la empresa, iniciada por su abuelo Henry, dijo: “Él conversó con un cliente y resultó que su padre era el oficial de compras para White Star Line (que era la propietaria de Titanic) y había estado en el lanzamiento de Titanic en mayo de 1911”.
La conversación llevó a la venta de un menú de un almuerzo para el lanzamiento, superando las expectativas. La casa de subastas ahora tiene dos ventas especializadas de Titanic cada año. Su venta más valiosa hasta la fecha fue la del violín Wallace Hartley en 2013, que se cree que se tocó en un intento por calmar a los pasajeros cuando el barco se hundía. Se vendió por cerca de 1,4 millones de dólares, incluidos recargos.
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La venta de este fin de semana, llamada Titanic, White Star, Ocean Liner y Travel Memorabilia, incluyó 270 artículos. Entre las otras piezas destacadas se encontraba una placa de bronce del bote salvavidas con la inscripción “SS Titanic” y se cree que era del bote salvavidas 12. Originalmente fue comprada en la década de 1960, por un comerciante de antigüedades de Nueva York a una anciana que se cree que fue la superviviente de tercera clase Margaret Devaney. El valor que alcanzó en la subasta fue de 59.000 dólares.
El violín que habrían tocado en el Titanic al momento de hundirse.
Más de un siglo después, sigue existiendo un gran interés mundial en los artefactos del desastre marítimo.
“Principalmente, creo que es el lado humano de la historia”, explicó Aldridge. “Cada hombre, mujer y niño en ese barco tenía una historia que contar y esas historias se cuentan a través de los recuerdos.
“El frasco es un buen ejemplo de esto. A primera vista, es una pieza bastante interesante que sin esta conexión podría valer un par de cientos de libras”.
Pero su historia y procedencia marcan la diferencia, dijo Aldridge. “Estamos en condiciones de decir exactamente dónde ha estado durante los últimos 107 años y eso es bastante notable”.
La postal, que podría ser la más valiosa del mundo, se envió desde el Titanic. Crédito: Cortesía Henry Aldridge & Son Ltd.
Una postal de seda extremadamente rara enviada desde el barco obtuvo 46.500 dólares como parte de la subasta. Tiene como motivo un bordado de Hands Across the Sea, acompañado por las banderas de Estados Unidos y Noruega. La tarjeta fue escrita a bordo del Titanic por el pasajero de tercera clase Henry Olsen y lleva el matasellos de Queenstown 3.45 el 11 de abril.
En ella se puede leer:
“Querida Sina, de camino a Nueva York. Un barco muy agradable para viajar,
como te podrás imaginar. No se siente nada del mar, lo más probable es que llegue a Nueva
York el próximo martes. Cariño a todos en el hogar. Te ama, Henry”.
Olsen se ahogó cuando el Titanic se hundió.
Aldridge le dijo a CNN que era “probablemente la postal más valiosa del mundo” y agregó: “Las postales de seda de Hands Across the Sea son increíblemente raras por sí mismas, pero esta es única, porque se envió desde el barco”.
Entre los artículos más inusuales se encontraba una galleta recuperada de un bote salvavidas del RMS Lusitania, que fue hundido por un submarino alemán en la costa de Irlanda en 1915 y contribuyó indirectamente a la entrada de Estados Unidos en la primera guerra mundial.
La galleta, que se vendió por 7.100 dólares, fue acompañada por una carta manuscrita de un soldado en el Royal Engineers escrita poco después de que se hundiera el Lusitania, describiendo no solo las consecuencias en Queenstown, Irlanda, sino también la historia de cómo obtuvo la galleta.
“Encontrarán adjunta una galleta que saqué de uno de los botes de Lusitania en Queenstown. Supongo que estas galletas se ponen en los botes salvavidas para alimentar a la gente a bordo de ella, en caso de que estén a una gran distancia de la tierra o estén a la deriva para muchos días.”