Cunningham fue uno de los primeros miembros del programa de vuelos espaciales tripulados de la NASA: fue miembro de su tercera promoción de astronautas, al incorporarse a la agencia en 1963. Fue seleccionado para pilotar el Apolo 7, la primera misión tripulada del programa que llevó por primera vez a los humanos a la Luna.
(CNN) — Walter Cunningham, astronauta retirado de la NASA y piloto del primer vuelo tripulado del programa Apolo de la agencia espacial, falleció este martes a los 90 años, informó la NASA.
Cunningham fue uno de los primeros miembros del programa de vuelos espaciales tripulados de la NASA: fue miembro de su tercera promoción de astronautas, al incorporarse a la agencia en 1963. Fue seleccionado para pilotar el Apolo 7, la primera misión tripulada del programa que llevó por primera vez a los humanos a la Luna.
“Nos gustaría expresar nuestro inmenso orgullo por la vida que disfrutó y nuestra profunda gratitud por el hombre que fue: patriota, explorador, piloto, astronauta, esposo, hermano y padre”, señaló la familia Cunningham en un comunicado que compartió la NASA. “El mundo ha perdido a otro verdadero héroe, y lo extrañaremos mucho“.
Cunningham escribe con un Fisher Space Pen durante la misión de Apolo 7, el primer vuelo Apolo tripulado y el primer viaje al espacio del Space Pen. Desde entonces, los bolígrafos se han utilizado en todas las misiones de vuelos espaciales tripulados de la NASA. Crédito: NASA
La misión Apolo 7 se lanzó en 1968 y duró aproximadamente 11 días, enviando la tripulación en un viaje en órbita que equivalía a un vuelo de prueba que podría demostrar la capacidad de la cápsula Apolo para reunirse con otra nave espacial en órbita y allanar el camino para futuras exploraciones más profundas en el espacio. También fue conocida por lograr la primera transmisión televisiva en directo de estadounidenses desde el espacio, según la NASA.
Cunningham era el último sobreviviente de la tripulación del Apolo 7, que también incluía a los astronautas Wally Schirra y Donn Eisele.
Nacido en Creston, Iowa, y licenciado con honores en Física y máster con distinción en Física por la Universidad de California en Los Ángeles, Cunningham tenía 36 años cuando se lanzó la misión Apolo 7. Durante una entrevista con la Oficina de Historia Oral de la NASA en 1999, reflexionó sobre su trayectoria profesional y sus motivaciones.
La tripulación del primer vuelo tripulado Apolo de la NASA: Cunningham, Donn F. Eisele y Walter M. Schirra, de izquierda a derecha, se prepara para las pruebas del simulador de la misión en 1968 en la planta de North American Aviation. (Crédito: NASA)
“Soy una de esas personas que nunca ha mirado hacia atrás. Solo lo recuerdo cuando alguien me pregunta sobre convertirme en astronauta“, dijo Cunningham. “Lo único que recuerdo es que me mantuve firme y quise hacerlo lo mejor que pude, sin darme cuenta en ese momento, pero siempre quise estar mejor preparado para el siguiente paso. Siempre he mirado hacia el futuro. No vivo en el pasado”, añadió.
Aunque solo se aventuró al espacio exterior una vez, Cunningham llegó a ser uno de los líderes del programa Skylab de la NASA, la primera estación espacial de Estados Unidos que orbitó la Tierra de 1973 a 1979.
Antes de incorporarse a la NASA, Cunningham se alistó en la Marina estadounidense y empezó a entrenarse como piloto en 1952, según su biografía oficial de la NASA, y sirvió como piloto de caza con el Cuerpo de Marines de Estados Unidos en 54 misiones en Corea.
“Lo único que recuerdo haber hecho específicamente para convertirme en astronauta, porque consideraba que me había convertido en uno de los mejores pilotos de caza del mundo, si no el mejor”, declaró Cunningham en la entrevista con la Oficina de Historia Oral de la NASA.
Cunningham también realizó un doctorado en física en la UCLA sin completar una tesis, y más tarde, en 1974, completó un programa avanzado de gestión en la Harvard Graduate School of Business, según la NASA.
Antes de incorporarse al cuerpo de astronautas, trabajó como físico para la Rand Corporation, un grupo de expertos militares sin fines de lucro.
Tras dejar la agencia espacial, Cunningham desempeñó diversas funciones en el sector privado. Según su biografía en la NASA, desempeñó varios cargos ejecutivos en empresas de desarrollo, trabajó como consultor para nuevas empresas, se convirtió en empresario e inversor y, finalmente, en presentador de un programa de radio.
En los últimos años, Cunningham también fue un crítico abierto de las nociones predominantes sobre el impacto de la humanidad en el cambio climático.