La Corte de Iquique sentenció que el hecho "demuestra una evidente filtración de tales antecedentes desde la base de datos del Banco hacia terceros, revelando una falla en sus sistemas de seguridad, de control de los datos de sus clientes y secreto con que deben manejar la información proporcionada por estos".
La Corte de Apelaciones de Iquique condenó al Banco Santander a pagar una indemnización de $4.206.240 por concepto de daño emergente y $500.000 por daño moral, a una clienta que fue víctima de operaciones fraudulentas en su cuenta bancaria.
Además, le ordenó al banco pagar una multa de 10 UTM por infringir la ley de protección de los derechos de los consumidores.
De acuerdo a lo establecido por el tribunal de alzada, la institución infringió la norma sobre seguridad de la Ley N° 19.496, al no resguardar la información utilizada por terceros para engañar a la demandante.
De acuerdo a lo señalado por la Corte de Iquique, en junio de 2021, terceros se comunicaron con la clienta haciéndose pasar por ejecutivos del banco.
Lo llamativo es que quien la contactó conocía todos los datos de la clienta, como número, productos y datos personales, así como las tarjetas de crédito y los seguros que tenía contratados la persona.
A raíz de aquello, el tribunal de alzada señaló que “ello demuestra una evidente filtración de tales antecedentes desde la base de datos del Banco hacia terceros, revelando una falla en sus sistemas de seguridad, de control de los datos de sus clientes y secreto con que deben manejar la información proporcionada por estos”.
“Conforme lo razonado precedentemente y habiendo sufrido un perjuicio patrimonial como consecuencia exclusiva y directa de la falta de un adecuado servicio por parte del Banco Santander, como se reseñó precedentemente, se hará lugar a la demanda por daño emergente por un monto de $4.206.240, correspondientes a los reclamos de la demandante”, se añade en el fallo.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
