La huelga que pone en jaque a la minería chilena: Sindicatos de Escondida y Caserones paralizan obras tras negociar sin éxito

Por Valentina Sánchez Cárdenas

13.08.2024 / 12:13

{alt}

Los grupos controladores de ambas mineras iniciaron planes de contingencia para aminorar los efectos de las paralizaciones. El poderoso sindicato de Escondida acusó prácticas antisindicales por parte del Grupo BHP, el principal controlador de la mina.


El sindicato de trabajadores N°1 de la minera Escondida, el mayor yacimiento de cobre a nivel mundial, dio inicio a una huelga luego de no llegar a acuerdo con la mayor controladora de la operación (57,5%), el Grupo BHP.

Los hechos

Luego de una serie de negociaciones, el poderoso sindicato dio a conocer que tras conversaciones con la empresa, “estas no presentaron avances sustantivos que permitieran proyectar un resultado favorable a las sentidas y relevantes demandas de los trabajadores, por lo que se ha producido el cierre de la mediación obligatoria”, según consigna La Tercera.

De ese modo, la paralización de las actividades comenzó a las 8:00 de este martes 13 de agosto.

A la huelga se suma que la organización acusó prácticas antisindicales, luego de que BHP propusiera -por fuera de la mesa de negociación- un bono de $27 millones por cada miembro.

De ese modo, BHP activó un plan de contingencia para tratar de aminorar los efectos de la paralización, que podría tener un efecto significativo en la minería chilena.

La situación en Caserones

En la Región de Atacama la situación no parece ser muy distinta. Y es que uno de los tres sindicatos -que agrupa el 29% de la dotación- de la mina Caserones dio inicio a una huelga este lunes 12 de agosto. 

La situación estuvo motivada por no alcanzar acuerdos en la negociación colectiva, durante la etapa de negociación reglada.

Caserones es controlada mayoritariamente por el grupo minero canadiense Lundin Mining (51%). Mientras que la empresa japonesa JX Nippon Mining & Metals opera el restante 49%.

Los controladores anunciaron que “antes del preaviso de huelga, Caserones intentó, de buena fe, llegar a un acuerdo para un nuevo convenio colectivo con los empleados. Como resultado de la huelga, algunas actividades se reducirán gradualmente en la mina de forma segura y ordenada”, de acuerdo al citado medio.

También iniciaron un plan de contingencia para “velar por la seguridad de las personas, el cuidado del medio ambiente, la protección de la infraestructura y la reducción del impacto en la operación”.