En el corto plazo, el Banco Central anticipa que la inflación se mantendrá cercana al 5% durante el primer semestre de 2025.
El Banco Central de Chile publicó hoy el correspondiente Informe de Política Monetaria (IPoM) de diciembre, en el que ajustó sus proyecciones económicas para finales de 2024 y los años siguientes. La inflación sigue siendo el principal foco de atención y es un reflejo de la fragilidad de la economía nacional.
El informe detalla que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) ha registrado un aumento del 4,2% interanual hasta noviembre y cerrará diciembre en torno al 4,8%. Este dato supera las estimaciones realizadas a principios de año y obedece a una combinación de factores, entre ellos, la fortaleza del dólar frente al peso chileno y el incremento de los costos laborales, impulsado por el reajuste del salario mínimo y la recuperación de los salarios reales tras el reciente periodo inflacionario.
El IPoM indica que estas presiones inflacionarias están asociadas a un panorama global complejo, marcado por tensiones geopolíticas, incertidumbre respecto a la deuda soberana mundial y posibles cambios en el comercio internacional.
En el corto plazo, el Banco Central anticipa que la inflación se mantendrá cercana al 5% durante el primer semestre de 2025. Sin embargo, proyecta que las presiones de costos comenzarán a disminuir en la segunda mitad del año, permitiendo que la inflación converja hacia la meta de 3% en los primeros meses de 2026.
En cuanto a la actividad económica, el Banco Central estima que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá un 2,3% en 2024, mientras que los rangos estimados para 2025 y 2026 se mantienen entre un 1,5% y un 2,5%. El desempeño económico en el tercer trimestre estuvo en línea con las expectativas, con resultados sólidos en la minería del cobre y la manufactura, pero con un rendimiento más débil en sectores como la construcción y los servicios financieros.
El informe resalta que el consumo privado ha disminuido, mientras que el consumo público ha mostrado un mayor dinamismo. Esta tendencia refleja la débil creación de empleo formal y los desafíos en sectores que dependen intensamente de la mano de obra. Por otro lado, la inversión presenta un comportamiento dispar: la maquinaria y los equipos mantienen un crecimiento sostenido, mientras que la construcción y las obras han mostrado señales de estancamiento.
En paralelo, el crédito continúa débil, con una demanda de financiamiento moderada y tasas de interés que empiezan a reflejar las recientes reducciones en la Tasa de Política Monetaria (TPM).
El IPoM reafirma que la TPM, actualmente en 5% tras el recorte de tasas anunciado el martes, continuará disminuyendo de manera gradual en los próximos trimestres.
Asimismo, el informe identifica posibles escenarios que podrían influir en la TPM: un aumento en las presiones inflacionarias podría derivar en un alza, mientras que una mayor incertidumbre global podría ejercer presión para que disminuya.
Hacia adelante, el Banco Central prevé que el sector externo jugará un papel clave en la contención del deterioro del gasto interno y empresarial. En este contexto, estima que la formación bruta de capital fijo (FBCF) tendrá una contracción del 1,3% en 2024, pero experimentará una recuperación del 3,6% en 2025 y un 2,2% en 2026.
La junta directiva del Banco Central reafirmó su compromiso con una política monetaria flexible, con el objetivo de asegurar que la inflación alcance el 3% en el horizonte de los próximos dos años.