De acuerdo a información que accedió CNN Chile, a partir de los datos reportados por las distintas compañías a la SEC, se observan diferencias en cuanto a los equipos destinados por las empresas eléctricas para hacer frente al evento.
Fue el resultado del sistema frontal del 1 de agosto, y que dejó a más de 700 mil clientes en la Región Metropolitana sin luz. Luego de 18 largos días, el suministro eléctrico volvió a todos los hogares. Situación que abrió la discusión sobre si las distribuidoras estaban o no preparadas para la emergencia.
De acuerdo a información que accedió CNN Chile, a partir de los datos reportados por las distintas compañías a la SEC, se observan diferencias en cuanto a los equipos destinados para hacer frente al evento.
Enel, empresa que abarca más de dos millones 60 mil clientes en la capital, informó 250 cuadrillas, las que se traducen en 754 personas en terreno. Por su parte, la CGE – la cual tiene menos del 30% de los usuarios de Enel, informó previo a la emergencia 243 cuadrillas que sumaron 639 trabajadores. Mientras que Frontel en La Araucanía, con 215 mil clientes, reportó 218 cuadrillas, las cuales se traducen en más de mil 100 colaboradores.
El ministro de Energía, Diego Pardow, lo explicó así a CNN Chile: “De alguna manera, el ejercicio matemático es bien sencillo; la cantidad de gente que puso en la calle Frontel fue 10 veces más; o si quieres, Enel puso 10 veces menos personas para responder a la emergencia que Frontel, y respondió 10 veces más tarde”
“Son datos que entrega la empresa y que, efectivamente son decisiones que toman las propias empresas de cómo enfrentar eventos climáticos, actos masivos, situaciones que se prevé que van a requerir amplificación de recursos y de cuadrillas”, agregó Marta Cabeza, Superintendenta de Electricidad y Combustibles.
La respuesta de Enel
Diferencias que fueron respondidas por Enel. Según la multinacional de origen italiana, las cuadrillas dispuestas para hacer frente al evento superan lo establecido por la Comisión Nacional de Energía. La empresa indicó que “las cuadrillas que reconoce el modelo regulatorio a Enel Distribución son 108 (…) Enel Distribución dispuso 250, más del doble de las que reconoce la tarifa. Luego, durante la emergencia, agregó refuerzos internacionales y de otras distribuidoras que significaron llegar a tener 340 cuadrillas en terreno, es decir tres veces lo que reconoce la tarifa”.
El número de cuadrillas son establecidas por la CNE a través de una simulación por medio de una empresa modelo. Por lo mismo, no existe un piso mínimo de equipos necesarios para eventos como los que registramos a principios de agosto, con vientos de más de 120 kilómetros por hora.
“Los hechos muestran que el número de cuadrillas que dispuso y desplegó esa empresa en particular, y algunas otras también, no fueron suficientes para que prestaran el servicio de forma adecuada”, señaló Marco Antonio Mancilla, secretario ejecutivo de la CNE. “Pero también hay que aclarar que hay muchos otros casos, muchos otros años, en que con sequía, prácticamente con ningún evento meteorológico, estas empresas requirieron una mínima cantidad de cuadrillas, y en algunos casos probablemente nada. Eso también es parte de las reglas del juego y no hay ningún problema con eso”.
Jorge Moreno, socio de la consultora Inodú, pone un matiz al análisis: “Si es que yo dimensioné la empresa para un requerimiento y al final se dio otro requerimiento, bueno ¿falló la empresa o no? Estaba diseñada para fallar ante esas condiciones”.
¿Qué se puede hacer?
La discusión tiene dos posibles salidas. Un aumento en el número de cuadrillas gestionado con los recursos de las propias distribuidoras, o que sea zanjado en el próximo Comité de Expertos tarifarios y que recaiga – nuevamente- en una alza de la luz.
“Otra cosa es para el siguiente proceso tarifario, el cual está en curso. Efectivamente las empresas podrán argumentar de que lo que consideran empresa modelo no es suficiente pero están todas las instancias para dilucidar ese tipo de debates y no tenemos problemas en abordarlo”, plantea Marco Antonio Mancilla
De todas formas, son imágenes recientes que no quedarán en el olvido, con cortes de luz solo comparables con el terremoto de 2010 y que abren nuevas discusiones sobre la gestión del suministro eléctrico en Chile.