Paloma Ávila, directora de CNN Futuro, es premiada por el Colegio de Ingenieros por su aporte al desarrollo del país
La periodista fue galardonada por haber dejado huella en la ingeniería y en el desarrollo del país.
El director de Contenidos del Instituto Res Pública analizó el proceso constitucional de los últimos cuatro años y lo enmarcó en distintos puntos clave que dejó al descubierto la votación de ambas propuestas de Carta Magna: "Lo único claro es que abunda la falta de certeza institucional y política".
Después de 4 años de obsesión constitucional, y con una ciudadanía evidentemente fatigada con el tema, es innegable que durante estos últimos años, para bien o para mal, el debate constitucional ha copado no solo la agenda política y comunicacional del país, a la par que generó profundos cambios en los proyectos a futuros de miles de chilenos, como aquellos que por una u otra razón asociada a la situación nacional decidieron dejar Chile en búsqueda de nuevos horizontes -algunos por temor a la refundación y otros por frustración ante la derrota de la misma-.
Algunas reflexiones pueden ser útiles para tratar de entender que puede suceder hacia el futuro, en donde lo único claro es que abunda la falta de certeza institucional y política. En este sentido, cuatro ideas deben ser incorporadas a partir de los resultados del plebiscito del 17 de diciembre de 2023:
Independientemente del listado, es innegable que son muchos los compatriotas que quedan con la sensación de que esto fue una pérdida de tiempo, que durante 4 años se destinaron recursos y atención a un tema que nunca fue prioridad de la ciudadanía y con un proceso que objetivamente no logró su cometido: dos veces se descartó adoptar un nuevo texto constitucional. En esto no existen dobles lecturas en cuanto a que el éxito de un proceso destinado a reemplazar íntegramente un texto constitucional es precisamente la adopción de una nueva carta magna, y en sentido contrario, que una negativa adoptar el texto propuesto es el fracaso del mismo.
La constitución no es una receta mágica, y bien lo sabíamos todos quienes votamos Rechazo en el plebiscito de entrada de 2020. Con todo, la obsesión constituyente puede haber contribuido de alguna manera a sincerar proyectos y posiciones en el espectro político. En este sentido, ha quedado al descubierto que existen grupos que no dudan en desmantelar el sistema de pesos y contrapesos y otras limitaciones al poder argumentando que son trabas para que la autoridad pueda -supuestamente- hacerse cargo de diversos problemas. La gran ironía es que los debates que se han generado en este interludio constitucional han tenido como telón de fondo, aunque la ciudadanía no lo perciba a primera vista, el límite del poder, la concepción de la personas y la libertad, la identidad de la nación. No han sido los temas como pensiones, salud, calidad de la educación, seguridad o migración y que han sido la constante preocupación de los chilenos desde el 2019.
La verdad es que Chile sigue esperando un reconocimiento por parte del mundo político de fracaso constitucional, y acto seguido, que se ponga fin a esta suerte de pausa que ha tenido congelado por 4 años los debates de fondo en diversas materias, siempre con el pretexto de esperar un cambio constitucional que finalmente no se materializó. Es necesario que esto ocurra a la brevedad, pues de lo contrario, se corre el riesgo de profundizar la fractura entre la ciudadanía y el sistema político, que bien puede traducirse en el respaldo a proyectos populistas o de corte autoritario, ambas manifestaciones que han encontrado tierra fértil en América del Sur a lo largo de su historia.
La periodista fue galardonada por haber dejado huella en la ingeniería y en el desarrollo del país.