Si bien la “revolución” de la IA parece haber empezado hace un par de años, en Google trabajamos en ella desde hace más de 20 años. Está en el ADN de muchos de nuestros productos más exitosos, siempre como una herramienta que facilitará la vida para todos los que la utilicen en distintos ámbitos.
Cada 23 de agosto celebramos el Día del Internauta, recordando la fecha en la que, por primera vez en la historia, se estableció una conexión permanente a la red de redes y, en el que se abrió el dominio del CERN -el primer sitio web- para que todo el mundo pudiera acceder. Es el momento perfecto para reflexionar sobre cómo ha evolucionado Internet y, por supuesto, en cómo impacta en nuestras vidas. Es también un momento crucial para reafirmar nuestro compromiso con una Internet accesible, inclusiva y segura para todos. Y también de reconocer el poder transformador de la web y los desafíos que hoy nos plantea, en particular a través de una tecnología tan revolucionaria como lo es la Inteligencia Artificial.
Si bien la “revolución” de la IA parece haber empezado hace un par de años, en Google trabajamos en ella desde hace más de 20 años. Está en el ADN de muchos de nuestros productos más exitosos, siempre como una herramienta que facilitará la vida para todos los que la utilicen en distintos ámbitos.
De acuerdo a una encuesta realizada por Google e Ipsos -donde participaron más de 17.000 personas en 17 países- más de la mitad (54%) cree que la IA probablemente beneficiará a “personas como yo” y un número similar (52%) espera que ayude a su salud y bienestar en los próximos cinco años.
El mismo sondeo detalla que las personas sienten que hay un potencial en esta herramienta y ven en ella oportunidades para mejorar la sociedad, su trabajo e incluso su vida personal. Y es momento de aprovechar este potencial. La IA está cambiando la manera en cómo nos relacionamos con la tecnología, ofreciendo soluciones cada vez más personalizadas y eficientes. Los usuarios de internet ya no quieren sólo acceso a la información, sino que la quieren contextualizada y digerida. Si hace años las personas usaban el buscador con palabras claves, ahora le hacen preguntas. Y ya no esperan de vuelta un listado de links, sino que respuestas claras y certeras.
La IA nos da esa oportunidad, de procesar grandes cantidades de data y hacerla entendible, útil y enriquecedora en sólo segundos, agilizando todos los procesos, por lo que no podemos sino incorporarla en diversos ámbitos de la vida para construir un futuro donde la tecnología y la web estén al servicio del ser humano.
¿Qué podemos hacer con ella? El rápido desarrollo de los últimos años nos hizo pasar del asombro inicial a pensar rápidamente cómo le podemos sacar partido para generar mejores resultados para nuestros negocios. De hecho, según un estudio realizado por McKinsey (junio 2023), se calcula que el potencial económico de la IA es de 17 a 25 mil millones de dólares por año en todo el mundo.
Y ese potencial es real. Desde la capacidad de ahorrar tiempo -y, por ende, costos- accediendo a resúmenes de reuniones, hasta el modelamiento de grandes cantidades de información para identificar mejoras en la cadena de valor de grandes compañías, la IA tiene un potencial revolucionario.
La recomendación es experimentar responsablemente. Probar las herramientas disponibles, como Gemini, y ver de qué forma se pueden integrar en el flujo de trabajo, sea de un trabajador freelancer, de un estudiante o de una compañía con cientos de trabajadores. La internet nos abrió el camino y eliminó las barreras geográficas, y ahora la IA nos llevará a la siguiente ola de innovación que se acerca a pasos agigantados y en la que todos debemos ser parte y contribuir.