Los trabajadores tienen sus demandas claras y Richard Von Appen, presidente de Ultramar, califica el preacuerdo como "un regalo". El Gobierno ha tenido que interceder entre ambas partes, mientras escala la tensión en el puerto bajo la amenaza de frustrar el año nuevo en Valparaíso.
34 días llevan movilizados los trabajadores eventuales del Terminal Pacífico Sur (TPS). El miércoles los dirigentes se reunieron con el Gobierno en el Ministerio del Trabajo, instancia en la que firmaron un preacuerdo que luego fue rechazado por la asamblea de estibadores.
Mientras TPS estima en US$2 millones sus pérdidas, los trabajadores reclaman mejores condiciones y acceso a diferentes derechos de los cuales hoy no gozan, y para ejercer presión realizan protestas, cortes de calles y llaman a los turistas a no visitar Valparaíso.
A continuación revisamos las principales aristas que han marcado el paro portuario.
1. Demandas: Bono de $2 millones
La paralización de los trabajadores de TPS comenzó el viernes 16 de noviembre, a raíz de la caída en la cantidad de turnos de trabajo, producto de la fuerte competencia con el puerto de San Antonio. Los trabajadores eventuales sólo son llamados cuando hay exceso de trabajo en el puerto y los contratados no bastan.
Los reclamos de los estibadores apuntan a sus precarias condiciones laborales y la ausencia de una legislación que les garantice los mismos derechos que tienen el resto de los trabajadores en Chile: vacaciones pagadas, remuneración mínima, indemnización por años de servicio, entre otros.
Sus demandas son las siguientes: un bono compensatorio de $2 millones por la baja de turnos, la formación de una mesa de trabajo, la entrega de un crédito blando de $500 mil y la eliminación de las listas negras para que no existan represalias.
2. Respuesta de TPS: Préstamo de $500 mil y una gift card
El martes 11 de diciembre, cuando llevaban 22 días movilizados, los sindicatos se reunieron por primera vez con TPS. Al día siguiente la empresa afirmaba que había cesado el bloqueo al acceso al Puerto de Valparaíso.
Lee también: Paro de trabajadores de Valparaíso es la segunda huelga portuaria más extensa en dos décadas
Sin embargo, los trabajadores eventuales continuaron paralizados. Dos días después, el 13 de diciembre, se volvieron a reunir con TPS y Ultraport, instancia en la que se ratificó la constitución de la demandada mesa de diálogo. Tras la cita, los estibadores criticaron que la empresa no se comprometió a acabar con las listas negras, y aún no estaba claro el monto ofrecido para el bono.
Fue entonces cuando los trabajadores lanzaron la primera amenaza: “Si no hay Navidad para los portuarios, no hay año nuevo en Valpo“.
El sábado 15, en tanto, rechazaron lo que les ofrecía la empresa: un préstamo blando de $350 mil y una gift card de $200 mil.
3. Pablo Klimpel, la voz de la movilización
El miércoles 19 de diciembre el Gobierno se reunió con cuatro líderes sindicales en dependencias del Ministerio del Trabajo. Ellos son Pablo Klimpel, Roberto Rojas, Osvaldo Quevedo y Luis Flores.
Klimpel (34) ha sido la cara más visible de la movilización. Según consigna Emol, lleva seis años ejerciendo funciones en el Terminal Cerro de Valparaíso (TCVAL), donde ya depusieron la huelga. Ejerce como vocero del sindicato de Estibadores desde hace tres años, fue vocero de No + AFP y estudió psicología, carrera que tuvo que tuvo que congelar por problemas de financiamiento.
En entrevista con La Tercera, Klimpel se definió como “simpatizante” del Frente Amplio, pero aclaró que tiene sus diferencias. “Creo que es importante la autonomía de clase y sindical del movimiento de los trabajadores Es como el proyecto político de Clotario Blest, que hablaba de la autonomía de la clase trabajadora por sobre los partidos y los movimientos. Yo creo lo mismo”, explicó.
4. Piñera: “Se acabó el tiempo de las intransigencias”
La movilización fue calificada, en un principio, como un conflicto entre privados, con lo que el Gobierno se mantuvo al margen durante las primeras semanas. La postura fue criticada por los trabajadores. En conversación Última Mirada, Pablo Klimpel dijo: “No me parece que sea un conflicto entre privados, es una forma del Estado de Chile de desentenderse de lo que pasa en la relación laboral de los puertos”, indicó.
Sin embargo, la radicalización de las protestas obligó al Ejecutivo a intervenir entre las dos partes. Este miércoles el presidente Sebastián Piñera envió un mensaje tanto a la empresa como a los trabajadores: “Se acabó el tiempo de las intransigencias”, y llamó a la “madurez, el diálogo y el sentido común”.
Lee también: Pablo Klimpel, vocero portuario: “Preferimos temas más de fondos que estar pidiendo bonos”
Ese mismo día el gobierno se reunió con los voceros de los trabajadores y firmaron un preacuerdo que contemplaría beneficios por hasta $1.370.000, un avance legislativo y capacitación en materia de seguridad. La asamblea, sin embargo, lo rechazó.
Tras el rechazo, la ministra de Transportes y Telecomunicaciones, Gloria Hutt, dijo que la voluntad del Gobierno es “promover el diálogo entre la empresa Terminal Pacífico Sur y sus sindicatos de empleados eventuales”. También destacó que su objetivo es retomar el normal funcionamiento del Puerto de Valparaíso
5. Von Appen, los dueños del negocio: “Es un regalo”
Polémicas fueron las declaraciones del presidente del holding Ultramar, Richard Von Appen, a la salida del consejo directivo de la Sofofa el miércoles, luego que los trabajadores rechazaran el preacuerdo. “Esto es un regalo, esto no necesita ninguna asamblea, solamente ellos tienen que decir si la toman o no la toman. Sí, somos intransigentes con gente que ha violentado, que ataca nuestras oficinas y a nuestras personas”, afirmó.
A esto le siguió la respuesta del alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, quien dijo que “si no quiere ayudar a la solución, mejor guarde silencio, hágalo por Valparaíso”.
La familia Von Appen llegó a Chile en la década de los 40 tras ser expulsados de Alemania por participar en actividades de sabotaje en medio de la Segunda Guerra Mundial.
Con más de 60 años ligados al negocio portuario, los Von Appen son los controladores de TPS. Ultramar también alberga a la empresa Ultraport, las navieras Transmares y Ultragas y las portuarias Ultraterra, Depocargo y Sintrans.
También son conocidos sus vínculos pinochetistas. En 2013 se conoció una lista de 113 empresarios que financiaban a la Fundación Pinochet, donde figuraba el grupo Von Appen con varias donaciones.
De hecho, ese mismo año el empresario portuario Sven Von Appen afirmó a CNN Chile, en las elecciones presidenciales, que si Michelle Bachelet tenía pocas inversiones en su segundo gobierno “buscamos a un nuevo Pinochet”. “No hizo mucho comparado a los que estuvieron antes de ella, especialmente Pinochet”, agregó.
Lee también: Conflicto en el puerto
Este jueves 20 el gerente general de TPS, Oliver Weinreich, afirmó que “no hay un paro portuario en Valparaíso. Nuestro terminal está operando desde el 28 de noviembre en forma continua, y hemos atendido a todos los clientes que nos han solicitado servicios. Para ello, hoy tenemos más de 350 trabajadores portuarios realizando sus labores con normalidad”.
Los trabajadores eventuales, sin embargo, continúan movilizados.