El analista político destacó el buen resultado del oficialismo en las elecciones de gobernadores, calificándolo como un “respiro” para el Gobierno.
La segunda vuelta de las elecciones de gobernadores regionales, realizada el domingo 24 de noviembre, no solo definió liderazgos locales, sino que también ofreció claves para interpretar el estado actual del panorama político nacional.
Sobre ello conversamos con el analista político Tomás Duval, académico de la Universidad Autónoma, quien desmenuzó los resultados, poniendo el foco en los desafíos y aciertos tanto del oficialismo como de la oposición en la cita sufragatoria.
Duval destacó que el oficialismo logró un resultado más que importante al conquistar 10 de las 16 gobernaciones a lo largo y ancho del territorio nacional y, más importante aún, quedándose con territorios estratégicos.
“Fue un buen resultado para el oficialismo, considerando el contexto político en el que estaba, con situaciones de crisis como el Caso Monsalve. Lograr 10 gobernaciones, sumando a los independientes cercanos, es un gran logro para ellos”, afirmó.
Este éxito no solo representa un triunfo electoral, sino también un respiro político para el gobierno del presidente Gabriel Boric, que enfrentaba semanas de tensión debido a disputas internas y desafíos legislativos.
Según Duval, este respaldo territorial podría fortalecer la posición del oficialismo en las negociaciones parlamentarias y en la proyección de futuras candidaturas.
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Uno de los puntos más comentados fue la derrota de Francisco Orrego, candidato de Renovación Nacional (RN), en la Región Metropolitana. Orrego había planteado que estas elecciones serían un “plebiscito del Gobierno”, una afirmación que generó amplias expectativas en la derecha. Sin embargo, Duval considera que esta estrategia no tuvo un sustento sólido.
“La oposición intentó instalar la idea de un plebiscito al Gobierno, pero ese planteamiento no se tradujo en una estrategia coherente. Más bien, los resultados muestran que las dinámicas regionales, las configuraciones de fuerzas políticas locales y la trayectoria de los candidatos jugaron un rol mucho más determinante”, explicó.
En este sentido, Duval señaló que la oposición sufrió derrotas significativas en regiones clave como Valparaíso y Metropolitana. Estas regiones no solo concentran un alto peso político, sino que también simbolizan espacios de disputa histórica entre oficialismo y oposición. “Perder en Valparaíso, con María José Hoffmann como candidata, y en la Metropolitana, frente a Claudio Orrego, representa un golpe profundo para la oposición. Además, evidencia problemas de coordinación entre Chile Vamos y el Partido Republicano”, agregó.
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Por otro lado, el triunfo de Claudio Orrego en la Región Metropolitana no pasó desapercibido. Como candidato independiente, Orrego logró articular un respaldo amplio que abarcó desde el socialismo democrático hasta sectores más cercanos al Partido Comunista. Según Duval, esta capacidad de unir fuerzas dispares lo posiciona como una figura política emergente.
“Es paradójico pensar que un gobierno del Frente Amplio pueda terminar apoyando a un independiente como Claudio Orrego en el futuro. Sin embargo, su capacidad de convocatoria y los dos millones y medio de votos que obtuvo lo sitúan como un eventual candidato presidencial. Es alguien que sabe adaptarse al momento político y que puede convertirse en una opción ante el vacío de liderazgos dentro del oficialismo”, reflexionó el analista.
Duval también destacó que el tono conciliador de Orrego podría ser una de las claves de su éxito en un contexto político marcado por la polarización. “En una elección donde los extremos, como el Partido Comunista y Republicanos, tuvieron un rendimiento bajo, las candidaturas con un discurso moderado y un perfil integrador, como el de Orrego, parecen ser las preferidas por el electorado”, afirmó.
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Para la oposición, los resultados dejan lecciones importantes. Aunque aumentaron de una a seis gobernaciones, no lograron acercarse a la mitad de los territorios, lo que evidencia, según Duval, una estrategia insuficiente y desarticulada. “La oposición tiene que replantear su diseño político. Esta elección mostró que, en lugar de confrontar al Gobierno con una estrategia clara, se optó por una despolitización de la campaña, lo que no dio buenos resultados”, analizó.
El académico añadió que el futuro de la oposición depende, en gran medida, de su capacidad para coordinar esfuerzos entre las distintas fuerzas políticas que la componen. “Chile Vamos y Republicanos deben resolver sus tensiones internas si quieren presentarse como una alternativa sólida en las próximas elecciones”, concluyó.
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Finalmente, Duval reflexionó sobre el impacto que estos resultados podrían tener en las próximas elecciones parlamentarias y presidenciales. Para él, figuras como Claudio Orrego y otros candidatos con buenos desempeños en estas elecciones podrían transformarse en actores clave en los comicios venideros.
“Estamos viendo una reconfiguración del panorama político, donde el oficialismo debe consolidar su posición y la oposición tiene que superar sus divisiones. Estas elecciones no solo definieron gobernadores, sino que también sentaron las bases de lo que podría ser el próximo ciclo electoral en el país”, concluyó.
Este nuevo proceso electoral está programado para concluir a las 18:00 horas, momento en el que el Servicio Electoral comenzará a entregar los resultados de las votaciones.
