Antártica: La vida en el fin del mundo

 El continente menos poblado del mundo presenta a sus habitantes y visitantes diversos atractivos, además de una contribución importante al área de la investigación y desarrollo.

La semana pasada se realizó un acontecimiento importante para los habitantes de las bases chilenas en el continente, ya que un grupo de diputados de nuestro país lo eligió como escenario para la primera sesión parlamentaria chilena.

Uno de los encargados de elaborar la idea fue el diputado Miodrag Marinovic, presidente de la Comisión Antártica, quién declaró la importancia de las bases en este territorio: “somos la puerta de entrada a la antártica y eso tenemos que aprovecharlo completamente, creemos que aquí hay que invertir más”.

Otro de los puntos que destaca en el continente son sus bases y quienes la habitan. Villa Las Estrellas es el lugar que alberga a los familiares de los uniformados, son cerca de 50 personas que, siguiendo a sus seres queridos, se embarcaron en una aventura que los llevó al fin del mundo. Charles Torrejón es uno de los seleccionados de la Fach para habitar en la base chilena. Él junto a su familia dejaron atrás la vida en la ciudad para llegar a un lugar que en invierno, ofrece sólo 5 horas de luz al día. Para su esposa, Alejandra Mancilla, la experiencia es única “hay mucha vida hogareña, que en otros lugares no se da, por lo menos por el trabajo de mi marido, no teníamos”, dijo.

La ciencia es una de las protagonistas en el día a día en el continente blanco, ya que éste posee uno de los campos de exploración más extensos del planeta. El encargado de llevar a cabo las distintas iniciativas relacionadas con la investigación es el Instituto Nacional Antártico Chileno, quienes abarcan áreas como la oceanografía, química, biología y la glaciología.

Hay dos empresas privadas que se dedican a llevar turistas al continente, DAP y Antártica 21, por precios que oscilan entre 4 a 15 mil dólares, dependiendo del número de días que se este allá.