La ministra de la Mujer y Equidad de Género destacó que los recientes avances en responsabilidad parental y en el pago de pensiones de alimentos buscan transformar la sociedad hacia un modelo en el que ambos padres compartan la responsabilidad en la crianza.
La ministra de la Mujer y Equidad de Género, Antonia Orellana, junto al Presidente Gabriel Boric, participó este martes en un evento en Lo Espejo, destacando los nuevos avances en materia de responsabilidad parental y el pago de pensiones de alimentos en el contexto de la denominada “Ley Papito Corazón”.
¿Qué dijo la ministra Orellana?
Durante su intervención, la ministra subrayó el valor de estos acuerdos, describiendo cómo hace dos años Chile inició una nueva etapa en su lucha histórica contra el abandono parental.
“El enfoque suele estar en la madre, pero el 97% de las deudas de pensión afectan a mujeres, y quienes deben son hombres“, señaló, poniendo en evidencia el doble estándar en la sociedad, que tiende a juzgar a las madres, mientras que la responsabilidad de los padres morosos queda en segundo plano.
La ministra también destacó el funcionamiento del registro nacional de deudores de pensiones de alimentos, vigente desde hace dos años, que ha cambiado el enfoque, trasladando la responsabilidad a los deudores. Según destacó la secretaria de Estado, en 2020, durante la pandemia, se visibilizó el problema del abandono parental, lo que permitió implementar medidas como la retención de fondos de los retiros de las AFP para asegurar el pago de las pensiones.
Orellana informó que aproximadamente una cuarta parte de los deudores ha salido del registro tras cumplir con sus obligaciones o acordar un plan de pago, lo que representa un avance positivo.
Una cultura de corresponsabilidad
“Queremos que el abandono parental sea parte del pasado de nuestro país y avanzar hacia una cultura de corresponsabilidad”, subrayó, destacando la meta de transformar la sociedad hacia un modelo donde ambos padres compartan la responsabilidad en la crianza.
La ministra también reflexionó sobre los avances en la autonomía de las mujeres chilenas, afirmando: “Hoy, las mujeres tenemos más libertad que las generaciones anteriores; podemos decidir, pensar y aspirar a lo que nuestras abuelas no pudieron”. Así, vinculó este empoderamiento femenino con la búsqueda de una mayor corresponsabilidad en el hogar.
Finalmente, concluyó reafirmando el objetivo de construir una cultura de corresponsabilidad que garantice el bienestar de los niños y niñas y que permita a las mujeres vivir en una sociedad libre de violencia, con plena autonomía económica.