Al momento de la declaración, el subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, cifró en 80 mil personas las que se manifestaban en el centro de Santiago. Además, puntualizó en que la acción conocida como “El que baila, pasa” se volvió en una especie de agresión sistemática de humillación.
Esta tarde, el subsecretario de Interior, Rodrigo Ubilla, entregó un balance del paro nacional convocado para este martes en todo el país.
En ese sentido, al momento de la declaración, cifró en 80 mil personas las que se se manifestaban en el eje Alameda con dirección a Plaza Italia de manera pacífica, sólo registrando hechos aislados de violencia.
La autoridad destacó la “baja adhesión” de organismos públicos a la paralización.
Así, detalló que el porcentaje de adhesión en Aduanas fue de 6%, en el Servicio Médico Legal (SML) de un 5%, en el Registro Civil de un 16% y en el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de un 20%.
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El subsecretario aseguró que tanto los pasos fronterizos como los aeropuertos funcionaron con normalidad.
Con respecto a los servicios principales de transporte, la autoridad aseveró que el Metro de Santiago y la red de Transantiago comenzaron a operar con normalidad en los horarios programados, “logrando el traslado de gran cantidad de personas a sus trabajos”.
Sin embargo, el secretario de Estado puntualizó en que cerca del mediodía, cuando comenzaron las manifestaciones en el centro de Santiago, se cerraron las estaciones Moneda y Universidad de Chile. Esto, “para evitar desmanes asociados a lo que ya vivimos en las últimas semanas”, dice Ubilla.
Asimismo, Transantiago adelantó su hora punta a las 14 horas para facilitar el traslado de personas a sus hogares.
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La autoridad se refirió también a los hechos de violencia que se registran en diversos puntos del país, sentenciando que algunas personas “usan el amedrentamiento psicológico”.
Ubilla aseguró que durante la mañana se registraron agresiones a vehículos en rutas interurbanas, por lo que algunos servicios de buses fueron suspendidos.
Además, puntualizó en que la acción conocida como “El que baila, pasa” se volvió en una especie de agresión sistemática de humillación a las personas que querían trasladarse a sus lugares de trabajo.
“Manifestarse está bien, es una forma de representar lo que se piensa, pero no tiene por qué asociarse a cuadros de violencia y cada vez que tengamos esos cuadros de violencia los vamos a condenar”, sentenció.
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Además, la autoridad fue enfática en señalar que lo ocurrido durante la noche de este lunes en la subcomisaría de Peñalolén es “inaceptable”.
“600 personas atacaron y agredieron a carabineros, dejando a 8 heridos, 4 de ellos con impacto balístico, dos con contusiones graves y dos afectados por ácido”, agregó.
Al respecto, Ubilla sostuvo que “una cosa es manifestar legítimamente aquellos elementos que pueden tener de diferencia con la autoridad o quien corresponda y otra cosa es agredir y usar la violencia como un método o sinónimo de manifestación”.
La autoridad afirmó que el diálogo con el Gobierno está abierto y el proceso para crear una nueva Constitución “es una señal clara que debiera evitar generar estos cuadros de violencia”.
Consultado sobre el uso de balines en las manifestaciones, Ubilla declaró que “de acuerdo a toda la información proporcionada por Carabineros, los informes oficiales que le hemos pedido a Carabineros, estos perdigones son de goma”.
“Existe un protocolo, que es conocido, que tomó razón la Contraloría, este protocolo cumple con los estándares internacionales, y hoy día lo que está en discusión si ese protocolo se cumplió específicamente en los casos que se está denunciando”, agregó.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
