El vicepresidente de la mesa directiva de la Convención entregó detalles de las gestiones que realizaron tras la fallida sesión del lunes y el estado en el que se encontraron el recinto. "Después de que fracasó el intento de sesión del lunes, la Constituyente quedó un poco en el aire", declaró.
Este miércoles dio inicio la histórica primera sesión de la Convención Constitucional en el ex Congreso de Santiago, donde se reunieron los 155 convencionales para dar inicio a sus tareas para elaborar una nueva Carta Magna.
La instancia estuvo marcada por las intervenciones de la mesa directiva del organismo, su presidenta, Elisa Loncón, y el vicepresidente, Jaime Bassa.
Fue el constituyente independiente de la lista de Apruebo Dignidad, electo por el distrito 7, quien detalló cómo se dividirán las actividades esta primera jornada, junto con destacar que el día estará principalmente destinado a las tareas de orden doméstico que aún están pendientes, como el sorteo de los usos de los espacios en el recinto, la distribución de salas y oficinas.
Sin embargo, en los primeros minutos de su interlocución se dio cuenta de los trabajos que realizó la mesa directiva tras el fallido intento de sesión del lunes y detalló el estado en el que encontraron el ex Congreso al intentar sesionar.
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Tal como lo hizo al asumir el cargo, para comenzar su intervención hizo uso del lenguaje inclusivo y se refirió a lo ocurrido: “Buenos días a todos, a todas y todes. Es importante transmitir nuestro sentimiento de pesar por lo ocurrido el lunes, todas nos debemos una explicación y como mesa queremos transmitir nuestras disculpas por el bochorno que tuvimos que atravesar el día lunes”.
“Después de que fracasó el intento de sesión del lunes, la Constituyente quedó un poco en el aire”, comentó el abogado, quien detalló que asociaciones gremiales “dieron un paso adelante de manera generosa para construir una red que permitió contener lo que sentíamos era una caída libre de la Constituyente”.
“Quiero ser franco, no confiábamos en la palabra del gobierno, no porque las personas que nos daban sus palabra fuesen malas personas, sino porque había un problema de comunicación política que impedía que pudiéramos tener certezas como mesa respecto de la veracidad y confiabilidad de la información que recibíamos”, expresó.
Junto a esto argumentó que “gracias al trabajo desinteresado de trabajadores de la U. de Chile, del Estado, de nuestras constituyentes y del Colegio Médico, podemos estar aquí” y también destacó el aporte que realizaron los trabajadores del Congreso para habilitar el espacio.
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“Eso nos ha permitido que nuestras oficinas tengan basurero, lápices, secretaria, fiscales, abogados que estén al servicio de la mesa, personal financiero para fiscalizar y controlar las licitaciones. Ese respaldo administrativo necesario para que una corporación del Estado funcione no existía y lo hemos levantado prácticamente en 24 horas”, expuso.
Lo anterior, destacó Bassa, “es mérito de la presidenta, del liderazgo que ha ejercido, y el servicio de los trabajadores de carrera del Estado que se han puesto al servicio de la Constituyente“.