Menos estrés, mejor transporte y más tiempo: Los beneficios que podría traer la reducción de la jornada laboral
Por CNN Chile
23.08.2019 / 08:34
La calidad de vida de las personas cambiaría en varios aspectos positivamente si se llega a concretar el proyecto. No obstante, expertos advierten que también implicará mayor responsabilidad del Estado respecto a la gestión de planes en infraestructura social.
Dos proyectos de ley se discuten actualmente en el Congreso, que buscan reducir las horas de las jornadas de trabajo: la de 40 horas, propuesta por Camila Vallejo (PC) y la de 41 horas con flexibilidad, que impulsó el Gobierno.
Más allá de la suerte de estas iniciativas, es evidente que una eventual rebaja de las jornadas laborales generará beneficios directos para las personas, entre los que cuentan una mayor cantidad de tiempo para descansar y hacer actividades recreativas y una reducción de los niveles de estrés.
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En paralelo, las comunas deberán preocuparse más en contar con una infraestructura social capaz de hacer frente a la demanda de espacios públicos y equipamiento.
Así lo plantea el académico del Instituto de Estudios Urbanos de la Universidad Católica (UC), Roberto Moris, a La Tercera: “Hay una responsabilidad del Estado respecto a que esta infraestructura social, no solamente se limite a ofrecer espacios públicos, sino que hacer de estos lugares sean seguros y protegidos, donde la gente pueda tener una vida social tranquila”.
Asimismo, la posible aprobación de un proyecto que contemple la flexibilidad resultará útil para aliviar problemas en el tráfico y las aglomeraciones en el transporte público.
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“Si pudiéramos reducir la demanda en las horas puntas, nos podemos ahorrar unos pocos buses y trenes de Metro, los cuales el resto del día no los echaremos de menos”, señala al matutino Juan Carlos Muñoz, director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable de la UC.
Un ejemplo de lo que podría significar el cambio en la rigidez de los horarios de trabajo es lo que sucede en los días de vacaciones de invierno en julio, periodo en el cual los estudiantes se quedan en casa, lo que significa una baja cercana al 10% en la afluencia de público, según cifras de Metro.
A la vez, según sostiene el decano de la Facultad de Arquitectura y Arte de la U. del Desarrollo, Pablo Allard, la flexibilidad ayudaría a “generar nuevos polos de servicios y espacios de cowork en localidades periféricas, generando subcentros de comercio y servicios”.