El mandatario criticó el libelo tramitado por el Congreso Nacional. "Creo necesario en mi rol de jefe de Estado reflexionar sobre esta decisión y advertir sobre los efectos complejos y nocivos que puede acarrear para la democracia el mal uso que se puede hacer de las instituciones", sostuvo.
El presidente Gabriel Boric arremetió contra la acusación constitucional conjunta que terminó con la destitución de Sergio Muñoz y Ángela Vivanco de la Corte Suprema.
¿Qué pasó?
El Senado aprobó ayer el libelo que responsabilizaba políticamente a ambos abogados por “notable abandono de deberes” durante su trabajo al interior del máximo tribunal. Esto por causas diferentes, pero que fueron presentadas por sectores de oposición en un mismo texto.
Al respecto, desde el progresismo criticaron que la acusación buscaba hacer un “empate” entre los acusados -considerando la cercanía de Vivanco con la derecha-, y sobre todo, “castigar” a Muñoz por su trayectoria profesional y fallos en causas de derechos humanos. Esto porque los casos que le fueron imputados ocurrieron hace más de dos años, mientras que los de la ahora exjueza tuvieron con sus conversaciones con Luis Hermosilla y el proceso judicial entre Consorcio Belaz Movitec (CBM) y la Corporación Nacional del Cobre (Codelco).
Gabriel Boric desde La Moneda / AGENCIA UNO
Reacción del presidente
Este jueves, el mandatario decidió pronunciarse sobre la situación mediante una sorpresiva y breve declaración desde el Palacio de La Moneda. “Nuestro gobierno, por cierto, es respetuoso de las atribuciones de otros poderes del Estado“, sostuvo en primera instancia, para luego manifestar que, a su juicio, es necesario “reflexionar sobre esta decisión y advertir sobre los efectos complejos y nocivos que puede acarrear para la democracia el mal uso que se puede hacer de las instituciones“.
“En primer lugar, resulta insólito y, a mi juicio, inexplicable que la Cámara de Diputados haya decidido dar curso a una acusación constitucional a dos jueces de la Corte Suprema por hechos totalmente distintos en una sola votación“, sostuvo. “Y respecto al fondo, utilizar las acusaciones constitucionales contra un juez como un medio oblicuo para enjuiciar sus sentencias del pasado o la manera de comprender el derecho por parte de alguno de ellos, sienta un precedente que es muy peligroso“, agregó.
El presidente recalcó que los jueces les corresponde, en un Estado de derecho, la decisión final respecto de controversias y cumplir un “rol esencial” en la defensa de los derechos humanos “cuando el resto del Estado omite su protección o, derechamente, la quebranta“.
De este modo, “el Poder Judicial debe estar exento de todo tipo de influencia externa, política o económica que pueda afectar la independencia de decisión de cada juez”, continuó, el cual “debe ejercer su labor sin temor a la venganza de los litigantes”.
Por esta razón, manifestó su convencimiento de que recién presentada reforma al sistema de nombramientos judiciales da cuenta de ello, con el de fin acceder a cada posición judicial, basándose en el mérito, transparencia y probidad.
“Es tiempo de cuidar nuestras instituciones. Utilizar las acusaciones constitucionales, en este caso contra un juez con argucias procedimentales, puede terminar por dañar su indispensable independencia. Hay momentos en que la contingencia nos impide observar el daño que ciertas decisiones políticas y protagonismos ocasionales le pueden provocar a las instituciones permanentes de la República. Y el éxito o fracaso de un país, tal como lo han demostrado los recientemente galardonados con el Premio Nobel de Economía, depende en gran medida del carácter inclusivo, serio y respetable de sus instituciones“, comentó.
Finalmente, el presidente reiteró que se debe tener cuidado y defensa de las instituciones del Estado y la democracia, y no amparar acciones “irresponsables” de quienes “activa o pasivamente la socavan”.
“Tengo la convicción personal e institucional que debemos ser firmes e implacables contra la corrupción y todo tipo de privilegio injusto, venga de donde venga, sin importar color, posición social ni posición política. Y para enfrentar estos desafíos es necesario modernizar y mejorar nuestras instituciones mediante reformas que sean sostenidas en un debate serio y con altura de miras. Todos, en particular quienes tenemos cargos de responsabilidad pública y también quienes tienen cargos de responsabilidad privada, tenemos el deber de reflexionar de buena fe sobre el bien común de nuestra patria y cómo actuar en consecuencia“, sentenció.