En un acto público, el mandatario reconoció la responsabilidad del Estado por el trato discriminatorio que recibió Pavez. Revisa los detalles del caso.
Durante la jornada de este jueves, el presidente Gabriel Boric participó en un acto público de reconocimiento de responsabilidad del Estado en el caso de Sandra Pavez Pavez.
El caso de Sandra Pavez Pavez
En abril del 2022, la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) condenó al Estado por el trato discriminatorio que sufrió Sandra Pavez Pavez, profesora de religión que fue separada de sus funciones tras conocerse su orientación sexual.
“Chile es responsable por la vulneración a los derechos a la igualdad y no discriminación, a la libertad personal, a la vida privada y al trabajo, reconocidos en la Convención Americana sobre DD. HH., en perjuicio de Sandra Pavez Pavez”, señaló la institución.
Los hechos se remontan al año 2007, cuando la Diócesis de San Bernardo le canceló a la docente su “certificado de idoneidad” por no dar “testimonio de vida cristiana” tras revelarse que mantenía una relación con otra mujer. Ella llevaba 21 años impartiendo clases en el Liceo Cardenal Antonio Samoré.
Pese a que las autoridades religiosas tienen autonomía al entregar certificados que permitan a los docentes ejercer la pedagogía en esa área, la corte determinó que por ser una asignatura que forma parte de los planes de educación”esas facultades que derivan directamente del derecho a la libertad religiosa deben adecuarse a los otros derechos y obligaciones vigentes en materia de igualdad y no discriminación”.
¿Qué dijo el presidente Boric?
En la instancia de este jueves, el presidente Gabriel Boric reconoció la responsabilidad del Estado por el trato discriminatorio que recibió Sandra, el cual sostuvo que fue motivado por su orientación sexual y afectó su dignidad como persona.
“A Sandra le ofrezco ante Chile disculpas públicas y el compromiso de seguir trabajando arduamente para erradicar toda forma de discriminación basada en la orientación sexual y la identidad de género, para que nunca más en Chile alguien deba vivir lo que ella y su entorno vivieron”, agregó.
El mandatario afirmó que, si bien el acto lo hizo en cumplimiento de las obligaciones internacionales derivadas de la sentencia dictada por la Corte IDH, también lo realizó con la convicción personal -y del Gobierno– de que promover y garantizar los derechos humanos es clave para la “construcción de un futuro más tolerante, inclusivo, amable y donde efectivamente quepamos todos y todas“.
“Somos conscientes de las brechas históricas que han sorteado las personas LGBTIQ+ para el ejercicio pleno de sus derechos, en particular los relativos a la igualdad y no discriminación, y somos conscientes que aún como sociedad nos falta (…). Este humilde, pero necesario acto de desagravio es también para el resto una invitación a la reflexión y la acción, porque de nosotros sigue dependiendo el construir una sociedad más justa donde quepamos todas y todos”, cerró.