El presidente participó en el lanzamiento de un libro que recoge reflexiones de los cuatro últimos exmandatarios. Junto con destacar la buena relación que tenía con Sebastián Piñera, también criticó a quienes indican que la solución al problema de seguridad debe ser desde el aspecto punitivo.
Este jueves, el presidente Gabriel Boric recordó a Sebastián Piñera, destacando que el fallecido exmandatario manifestaba que el abuso de las redes sociales y la preocupación por los resultados de las encuestas semanales, son puntos que “le han hecho muy mal a la democracia”.
El jefe de Estado participó esta mañana en el lanzamiento del libro Chile 2050: Un país, cuatro presidentes, documento del Centro Latinoamericano de Políticas Económicas y Sociales de la Pontificia Universidad Católica (Clapes UC) que recoge reflexiones y relatos de los expresidentes Eduardo Frei, Ricardo Lagos, Michelle Bachelet y Sebastián Piñera.
La instancia se realizó en la Casa Central de la UC, y también contó con la participación del expresidente de Colombia y premio Nobel de la Paz 2016, Juan Manuel Santos, entre otros personeros.
Presidente @gabrielboric: “Me parece muy orientador y significativo que los cuatro ex presidentes pongan en el centro de sus intervenciones la importancia de la democracia en el horizonte de futuro de Chile”. 📖🇨🇱 pic.twitter.com/d1fX1KDoiX
— Universidad Católica (@ucatolica) May 16, 2024
Durante su discurso, el presidente destacó el buen diálogo y aprendizaje que ha tenido con los cuatro últimos exmandatarios, incluso con Piñera, con quien conversó el día antes del fatal accidente en Lago Ranco.
En la instancia, Boric indicó que, entre otros aspectos, que Piñera “recalcaba que el abuso de las redes sociales y la preocupación por la encuesta semanal -cuántos puntos subo, cuántos puntos caigo y cómo caigo mejor- le han hecho muy mal a la democracia. Y en ese sentido, manifestó que, su juicio, es importante que quienes tiene responsabilidades de Gobierno, y sobre todo es Estado, sean capaces de mirar más allá de la coyuntura semanal, y también no caigan en la “del like o del retuit”.
“Hoy día en redes sociales hay muchos presidentes actualmente en ejercicio que están permanentemente peleando y discutiendo a través de redes sociales. Yo como diputado era muy bueno para eso, como presidente he aprendido que las responsabilidades de mi cargo me obligan a tener también otra conducta respecto a estos temas, porque soy el presidente de todos los chilenos y chilenas. Y esa conciencia se tiene que expresar y yo creo que los expresidentes, los cuatro de quienes aprendí, tenían muy claro aquello”, manifestó.
Gabriel Boric en lanzamiento del libro Chile 2050 / AGENCIA UNO
Otro aspecto que abordó el presidente Boric en su discurso fue la crisis de seguridad. Al respecto, comentó que, cuando se aborda esta materia solamente desde la perspectiva de otorgar mayor punitivismo, “muchas veces le hacemos un favor al crimen organizado y no solucionamos el problema de fondo”.
“La delincuencia hay que abordarla fortaleciendo las policías, en eso hemos avanzado, ustedes pueden escuchar la locución del general director de Carabineros en la actividad que realizamos en Cerrillos esta semana respecto a cómo se han fortalecido las policías en los últimos años; la actualización de nuestras normas penales y nuestras instituciones, pero también, y otro elemento que es fundamental para el combate a la delincuencia, pero del que se habla mucho menos, porque quizás el temor genera mucho más rating, pero que es la cohesión social”.
Por esta razón, dijo Boric, “una de las cosas de las que yo como presidente estoy convencido es que tenemos que invertir mucho más en cultura y deporte, porque barrios en donde logramos recuperar los espacios públicos -cultura deporte y educación, pero con estos ámbitos- son barrios en donde la gente se conoce más, barrios más organizados y, por ende, barrios más seguros”.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
