"Tratar de rehacer o reescribir la historia para justificar lo que ya sabemos que es injustificable, es un retroceso y esperamos que eso no se profundice. (...) Porque los que buscan justificar el golpe de Estado de 1973 son personas que perfectamente podrían hacerlo hoy o mañana", señaló la ministra vocera de Gobierno.
Este martes, la Cámara de Diputados y Diputados vivió una agitada mañana luego de que parlamentarios de oposición lograran aprobar la lectura de la resolución que acusaba al gobierno de Salvador Allende de vulnerar el orden constitucional.
La lectura del documento, que para algunos fue lo que dio pie al golpe de Estado que se produjo el 11 de septiembre de 1973, generó rápidamente la molestia en partidos de izquierda y centroizquierda.
Al respecto, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, calificó el hecho como un “retroceso civilizatorio“.
“Es un retroceso civilizatorio el que después de años de esfuerzo, un sector político que justificaba el golpe y tuvo que desprenderse de un juicio importante como cómplices pasivos de la dictadura civil y militar, vuelva a instalar en el debate público ciertos argumentos que aluden a que hubo ciertas razones que llevaron a un golpe y a una interrupción de nuestra democracia“, expresó.
En esa línea, agregó que “son años donde hemos estado conversando y dialogando para poder tener un entendimiento democrático y civilizatorio en la materia, ningún golpe de Estado, ninguna ruptura democrática se justifica por más diferencias políticas que se puedan tener con ciertos gobiernos en ciertos contextos”.
“Nada de ello puede ser razón alguna para justificar todo lo que se hizo previo y durante el golpe de Estado, para interrumpir lo que era la voluntad popular y la voluntad mayoritaria de un país. Había otras herramientas para solucionar los conflictos que no eran esas”, añadió.
Asimismo, señaló que más allá del pronunciamiento del Congreso, “el debate político no puede retroceder en torno a ciertos estándares que hemos ido construyendo como comunidad no solo nacional, sino que internacional“.
“Las constituciones políticas son las que fijan las fórmulas para poder resolver ciertos desencuentros, y eso en Chile no se respetó con el golpe de Estado, se vulneró, se bombardeó el Palacio de La Moneda, y no fue de la noche a la mañana que eso se planificó”, enfatizó.
Finalmente, enfatizó que a 50 años del golpe cívico-militar “tratar de rehacer o reescribir la historia para justificar lo que ya sabemos que es injustificable, es un retroceso y esperamos que eso no se profundice, sino que tengamos un entendimiento con altura de miras de todos los sectores políticos, independiente de la militancia, de que no es posible, a 50 años del golpe y nunca, justificar, avalar, o buscar argumentos que legitimen un golpe de Estado. Porque los que buscan justificar el golpe de Estado de 1973 son personas que perfectamente podrían hacerlo hoy o mañana“.
“En nada ayuda a la unidad, en nada ayuda al diálogo democrático. Como Gobierno llamaríamos a que convengamos todas y todos que la democracia se defiende, que la democracia se cuida, que la democracia se protege. Y los problemas de la propia democracia se solucionan con más democracia siempre y no con menos. Y el golpe de Estado no solo fue debilitar la democracia, sino que destruirla y destruir, con eso, la vida de muchas personas que no ha sido posible aún reparar”, zanjó.