A través de una declaración pública, la psicóloga Carmen Gloria Quintana sinceró que recibir este fallo es "un momento de alivio". Asimismo, cuestionó la aprobación del proyecto, por parte de la Comisión de DD.HH. del Senado, que permitiría que presos mayores de 70 años o enfermos terminales cumplan su pena en arresto domiciliario.
Este viernes la Corte Suprema dictó sentencia definitiva por delitos de homicidio calificado de Rodrigo Rojas De Negri y del homicidio calificado en grado de frustrado de Carmen Gloria Quintana, ocurrido el 2 de julio de 1986 en Santiago.
El máximo tribunal confirmó la sentencia de 20 años y un día a los oficiales y jefes de patrulla, Julio Ernesto Castañer González, Iván Humberto Figueroa Canobra y Nelson Fidel Medina Gálvez, como autores del homicidio frustrado y consumado de las víctimas.
Asimismo, se revocó la sentencia en la parte que absolvió al teniente a la época de los hechos, Pedro Fernández Dittus, condenándolo, a la pena única de 20 años de presidio, en calidad de autor de ambos delitos.
A través de una declaración pública, la psicóloga Carmen Gloria Quintana, sinceró que recibir este fallo es un momento de alivio, “pues me permite cerrar un capítulo muy doloroso de mi vida, que se extendió por casi 38 años y que me dejara secuelas por siempre”.
“La Corte Suprema establece la verdad oficial y definitiva, que ya nadie puede desmentir y que quedara para la historia: dos jóvenes que luchaban por la democracia fueron quemados vivos por militares de la dictadura cívico militar de Pinochet”, agregó.
Asimismo, señaló que en cuanto a la justicia se siente ambivalente. “Por un lado, estoy alegre de que se establezca la condena de los principales responsables de esta barbarie y me da tristeza por el hecho que han pasado 38 años para que se logre este fallo, 38 años después es demasiado tiempo, pues nada podrá reparar el daño que debió afrontar mi familia, de una parte, el sufrimiento y la carga emocional de revivir el trauma en cada etapa del proceso judicial”, sinceró.
Además, se refirió a la aprobación del proyecto, por parte de la Comisión de DD.HH. del Senado, que permitiría que presos mayores de 70 años o enfermos terminales cumplan su pena en arresto domiciliario.
“Me preocupa esta nueva ley (pseudo amnistía) que ya fue aprobada en el Senado, la cual permite a los delincuentes de más de 70 años reportar su pena a domicilio, si esto se llegara a aprobar, sería una nueva afronta, muy dolorosa para mí, mi familia y miles de víctimas de violaciones a los DD.HH., es un mecanismo que busca una “impunidad brutal“, por ejemplo, en mi caso la mayoría de los oficiales condenados es mayor de 65 años, o sea pagaran solo 5 años de cárcel por la muerte de Rodrigo y mis lesiones graves”, dijo.
Finalmente, realizó un llamado de reflexión para los jueces. “Los militares aún ocultan la información de las violaciones a los Derechos Humanos no solo a los tribunales, sino al Poder Ejecutivo y al Legislativo“, subrayó.
“Solo espero que esta dura experiencia de los chilenos de vivir en dictadura, nunca más se repita, para esto debemos construir una verdadera democracia. Acelerar los juicios, establecer la verdad, la justicia y hacer todos los esfuerzos por dar con el paradero de los detenidos desaparecidos”, zanjó.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
