Carmen Hertz, abogada de Derechos Humanos, se refirió a la muerte de Sergio Arellano Stark quien “encabezó una de las misiones de exterminio más sangrientas y feroces de la época de la dictadura”.
“Hay una sensación de desazón porque ha muerto Arellano Stark, a los 94 años, un represor genocida, en la más absoluta impunidad, un gran mentiroso y un hombre muy cobarde“, aseguró Hertz respecto a la muerte del ex militar.
En esa línea, sostuvo que la transición también estuvo marcada por “pactos tácitos” de impunidad, por lo que en la década de los noventas no hubo investigaciones contra los responsables de los casos de violaciones a los derechos humanos en la dictadura. Algo que cambió, de acuerdo a la abogada, solo tras la detención de Pinochet en Londres.
Además, lamentó que fuese “inimputable”, cuestionó la veracidad de las enfermedades durante los primeros años de procesos y la responsabilidad del Estado en la tardanza para cerrar la causa judicial. También cuestionó el hecho de que durante la década de los ochentas, Arellano Stark buscó desentenderse de haber dado la orden de concretar las masacres que marcaron a la Caravana de la Muerte.
Las autoridades advierten que el número de fallecidos podría aumentar, dado que aún hay muchas personas desaparecidas y las condiciones complicadas para la búsqueda.