La filtración de un informe realizado por PDI da luces de los distintos elementos que habrían motivado el crimen, incluido el nivel de participación que habría tenido quien estaba en conserjería durante esa noche.
La investigación en torno al secuestro y posterior homicidio del exmilitar venezolano Ronald Ojeda ha dado un giro al incluirse la hipótesis de la participación de los servicios de inteligencia del régimen venezolano en el crimen.
Según informes del Ministerio Público, la hipótesis de un posible “móvil político” aún no ha sido descartada y se están llevando a cabo diligencias para esclarecer el alcance de esta presunta implicación.
Hasta el momento se ha formalizado a un joven de 17 años en relación con el caso, mientras que otros dos sospechosos aún están prófugos y se cree que ya no se encuentran en territorio chileno.
Sin embargo, lo más revelador hasta el momento ha sido un informe de la PDI que sugiere el posible involucramiento de un conserje en el edificio donde ocurrió el secuestro.
El documento, publicado por La Tercera, indicaba que uno de los conserjes de turno desapareció entre las 2:36 y las 4:03 horas de la madrugada del día de los hechos.
Además, imágenes de seguridad muestran que este individuo, que se encontraba haciendo un reemplazo en el lugar, había tenido un encuentro previo con la víctima y luego realizó un recorrido específico por el edificio, hasta llegar al piso 14 -en donde se ubicaba el departamento de Ojeda, lo que sugiere una posible filtración de información.
Estas nuevas revelaciones han avivado el debate sobre la planificación y ejecución del secuestro, con expertos en seguridad como el coronel en retiro de Carabineros, Pedro Valdivia, resaltando la evidencia de una cuidadosa preparación previa al operativo.
Además, el conocimiento detallado de los perpetradores sobre la ubicación de la víctima plantea interrogantes sobre la posible existencia de una red de información privilegiada tras el crimen.
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