Celestino Aós Braco: El nuevo administrador apostólico que asumirá en la arquidiócesis de Santiago

Por CNN Chile

23.03.2019 / 10:39

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Desde julio de 2014 Aós se desempeñó como obispo de Copiapó, servicio que dejará para encargarse de la arquidiócesis capitalina.


Luego que se confirmara esta mañana que el papa Francisco aceptó la renuncia del cardenal Ricardo Ezzati, se dio a conocer el nombre de quién será el sucesor del cargo en la arquidiócesis de Santiago: Celestino Aós Braco.

Tras conocer la noticia de su nombramiento, Aós comentó a La Tercera que “Esto me toma igual que a ustedes, con sorpresa y como una misión de Dios para su Iglesia”.

“Lo supe un tiempito antes, no anoche, pero también todo ha sido muy rápido”, indicó , explicando que actualmente se encuentra en Copiapó.

Celestino Aós Braco

De nacionalidad española, nació el 6 de abril de 1945 en Artaiz, Navarra, donde cursó la enseñanza básica y media en la Escuela Nacional mixta de Artaiz.

En 1955 ingresó como aspirante en la Orden de los Frailes Menores Capuchinos en su tierra natal. Y en 1968 fue ordenado sacerdote.

Entre 1972 y 1980 hizo cursos de especialización en la Universidad de Zaragoza y después en la Universidad de Barcelona, donde obtuvo la Licenciatura en Psicología.

Llegó a Chile en 1983 tras ser nombrado vicario parroquial en la parroquia de Longaví, diócesis de Linares. Luego en 1995, fue encargado como párroco de la parroquia San Miguel en Viña del Mar (diócesis de Valparaíso), siendo además Superior de la comunidad de la Orden de la Frailes Menores Capuchinos en el sector de Recreo, en Viña del Mar.

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Desde el año 2008 fue vicario parroquial en la parroquia San Francisco de Asís en la diócesis de Santa María de los Ángeles. Haste el 25 de julio de 2014 que fue nombrado como Obispo de la diócesis de Copiapó, cargo del que tomó posesión en octubre de ese año.

Ahora y tras la renuncia de Ezzati, fue nombrado Administrador Apostólico de la sede vacante de la arquidiócesis de Santiago de Chile.

En este caso particular, se trata de nombramiento para una sede vacante “a voluntad de la Santa Sede” (ad nutum Sanctae Sedis) y hasta que el Papa provea un nuevo arzobispo para el gobierno pastoral de la arquidiócesis.