Las distintas instituciones firmaron una carta en la que advierten que las enmiendas presentadas, especialmente por el Partido Republicano, "ponen en cuestión avances civilizatorios de la humanidad".
Diversos centros de estudio publicaron una carta en la que advierten que existe un “riesgo de regresión constitucional y democrática” en el actual proceso constituyente.
La misiva fue firmada por nueve instituciones: Casa Común, Chile 21, Horizonte Ciudadano, Fundación por la Democracia, Democracia y Comunidad, ICAL, Instituto Igualdad, Nodo XXI y Rumbo Colectivo.
“Vemos con preocupación que los avances registrados a partir del triunfo en el plebiscito del 5 de octubre de 1988, las reformas constitucionales de 1989 y 2005, entre otros avances institucionales, están hoy día seriamente amenazados“, señalaron.
¿Qué dijeron los centros de estudio?
En la carta señalaron que las enmiendas presentadas por el Partido Republicano en el Consejo Constitucional “atentan en contra de conquistas democráticas fundamentales. Su aprobación, significaría una grave regresión hacia un sistema de democracia liberal“.
En esta línea, lamentaron que los partidos de Chile Vamos “que han sido parte de varios de los mejoramientos constitucionales de las últimas décadas, no opongan resistencia y, más aún, con la presentación de varias enmiendas conjuntas se plieguen al esfuerzo para transformar en letra muerta la afirmación de un Estado Social Democrático de Derecho consignada en la reforma constitucional que habilitó el proceso hoy en curso”.
“Las enmiendas, especialmente del Partido Republicano, ponen en cuestión avances civilizatorios de la humanidad. Constituyen un conjunto de propuestas sintonizadas con otras fuerzas de extrema derecha a nivel internacional (…). Buscan, en primer lugar, constituir gobiernos autoritarios que puedan operar sin contrapesos. De allí el objetivo explícito de limitar la autonomía del poder judicial y socavar las atribuciones del Congreso”, agregaron.
Afirmaron que “se proponen instrumentalizar las Fuerzas Armadas y las policías otorgándoles un estatuto de privilegio. Obstaculizan la búsqueda de verdad, justicia y reparación en materia de derechos humanos (…) Además, apuntan a precarizar el trabajo y limitar la capacidad de los trabajadores de luchar por sus derechos y reivindicaciones. Atentan contra los derechos de las mujeres, haciendo caso omiso de las luchas históricas”.
“Desprotegen el medio ambiente y cuestionan la condición de bien público de un recurso tan indispensable para la vida humana como el agua. Como corolario, mediante la reposición de quorums prácticamente inalcanzables que tenía la Constitución de 1980, buscan que la nueva Carta que proponen sea en los hechos inmodificable o simplemente pétrea“, añadieron en la misiva.
Por otra parte, hicieron eco de otras instituciones de la sociedad civil, aunque sean de “orientación distinta a la nuestra”, tales como el Centro de Estudios Públicos (CEP): “Ellos han advertido que las enmiendas republicanas introducen una ‘política de identidad que solo puede practicarse de manera conflictiva‘ puesto que ‘las identidades no aceptan negociación‘ lo que conduce a ‘devaluar la actitud democrática liberal de defensa de la autonomía individual frente a la elección de opciones sustantivas’”.
Finalmente, recalcaron que no están “lanzando críticas sin sustento jurídico basadas en diferencias ideológicas” y mencionaron “11 líneas rojas” que ciertas enmiendas “cruzan hacia un retroceso democrático inaceptable”. “Nuestros reparos a las enmiendas se fundamentan en un análisis riguroso basado en los principios esenciales del constitucionalismo democrático contemporáneo”.
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