A través de instrumentos acústicos los expertos buscan identificar cómo las olas sacan o reponen la arena al sector. El alcalde del balneario desmiente que las marejadas hayan dejado la playa sin arena y asegura que aún hay "Cartagena para rato".
Desde el mes de noviembre se encuentran trabajando un equipo conjunto del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgode Desastres (Cigiden) y el Marine Energy Research and Innovation Center (Meric) para lograr esclarecer las causas del proceso de erosión que ha afectado a la Playa Grande.
A la vez buscan medir la aceleración del proceso de erosión y encontrar posibles medidas para recuperar el principal atractivo del balneario de Cartagena, ubicado en la región de Valparaíso.
Según comentó a Las Últimas Noticias el alcalde de la comuna, Rodrigo García, debido a los videos que muestran como las olas arrasaron con la playa en el invierno pasado, “mucha gente que habitualmente veranea en esta zona se quedó con la idea de que sigue igual, sin arena. Esa idea terminó por afectar las ventas de los locatarios”.
Ante esto, los científicos buscarán la forma de recuperar la tradicional playa.
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Fuente: YouTube.
Rodrigo Cienfuegos, académico de la Pontificia Universidad Católica y director de Cigiden, explica que “una de las cosas más importantes es determinar cómo la modificación del medioambiente que rodea a los ríos que desembocan en el Océano Pacífico, así como también de las dunas y de todo el entorno directo de las playas, terminó por afectar la velocidad con que se reponen los materiales que naturalmente arrastra el mar”.
“Cuando un sistema litoral se encuentra en equilibrio, el aporte de sedimentos que hacen las dunas costeras, los esteros y ríos cordilleranos, es suficiente para compensar lo que se lleva el mar”, complementa.
El experto advierte que cada vez que se autoriza la explotación de áridos para construcción río arriba o se construyen edificios sobre dunas que antes aportaban arena a las playas, “el orden natural se altera, pues ya que no hay arena ni otros sedimentos disponibles para rellenar las playas”. A esto se suma que los cambios climáticos han generado marejadas más violentas.
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Para esta investigación, los científicos intervinieron cerca de 500 metros al norte de la Playa Grande, donde instalaron 6 instrumentos acústicos para medir a fuerza de las olas con el ruido que provocan, para así comprender cómo las olas sacan o reponen la arena.
Cienfuegos señala que con estos datos podrán “saber exactamente donde poner la arena para que no se la lleve el mar y proyectar cuánto debería durar cada rehabilitación de la playa”.
Por su parte, el jefe comunal recalca que “es cierto que la playa se nos achicó un poco, pero aún hay Cartagena para rato”.