Falleció el pasado 27 de diciembre luego de sufrir un infarto en un avión.
La autopsia de la actriz Carrie Fischer, entregada este sábado por la oficina forense de Los Ángeles, estableció que el paro cardiorrespiratorio que acabó con su vida en diciembre pasado había sido provocado por apnea del sueño, entre otras causas. Esto pone una vez más el foco sobre este peligroso trastorno del sueño que según estudios internaciones afecta a 1 de cada 5 personas.
La apnea del sueño se produce por un colapso total o casi total en el interior de la faringe que impide el paso de oxígeno normal mientras la persona duerme: Al suceder esto, cada noche el paciente disminuye el nivel de oxígeno en la sangre, estresando así el corazón y el cerebro y dañando múltiples sistemas. Esto es muy grave, porque más de un 40% de los pacientes con apnea sufren hipertensión
Uno de los principales síntomas de la apnea del sueño son fuertes ronquidos: “En general, existe una subvaloración de las personas que roncan. Se tiende a asociar con dormir profundamente lo que es absolutamente un error. En general, roncar es un trastorno del sueño y en muchos casos esconden apnea del sueño” agregó el neurólogo Pablo Guzmán.
En Chile las cifras no son muy alentadoras.Un estudio publicado en el ‘Journal of Clinical Sleep Medicine’, realizado en capitales latinoamericanas, posicionó a los santiaguinos como los más roncadores (66,4%) y con mayor cantidad de apneas del sueño (11%), siendo estas más frecuentes en hombres. A su vez, una investigación conjunta entre el Departamento de Salud de Población de la Universidad de Wisconsin y de la Escuela de Medicina de la Universidad de Boston estableció que 1 de cada 5 personas padece apnea del sueño en el mundo.
Hay alertas tanto diurnas como nocturnas para sospechar una apnea del sueño. Por las noches: Ronquidos, ahogos, sudoración nocturna, despertar con la boca seca, que la pareja deba mover al roncador para que deje de roncar o dolores de cabeza matutinos. Mientras que de día: Somnolencia y cansancio, dificultad para concentrarse y falta de memoria, baja en la libido e irritabilidad.
La prueba esencial para diagnosticar la apnea del sueño es la polisomnografía: Un estudio que se realiza mientras la persona duerme midiendo el flujo respiratorio, el esfuerzo que se hace para respirar, niveles de oxigenación de la sangre, funcionamiento del corazón, y graficar las distintas etapas del sueño.
Por su parte, el tratamiento es muy efectivo. Se trata de una mascarilla llamada CPAP que introduce oxígeno por la nariz al paciente mientras duerme. A esto se suman otras opciones como la cirugía, el uso de dispositivo de avance mandibular, el manejo del sobrepeso y la obesidad, entre otros, enfatiza Pablo Guzmán, especialista de la Clínica Somno.