El texto además detalla que existe un 24% de sobrepoblación en los centros del Sename privados y públicos a nivel nacional de este año, un dígito más que el segundo semestre de 2018. Sin embargo, en tres ciudades del país presenta sobrepoblación de un 100%, que corresponden a Chillán, Copiapó y Punta Arenas.
A través de un informe, la Corte Suprema dio a conocer que casi la mitad de los hogares del Servicio Nacional de Menores (Sename) se encuentran al límite de su capacidad o están sobrepoblados.
De acuerdo a una publicación de El Mercurio, lo anterior se debe a que se ha registrado un alza de los niños, niñas y adolescentes institucionalizados, que han pasado de 5.900 a más de 6.200. De este modo, un 40,2% de estos centros están al límite o con sobrepoblación.
El texto además detalla que existe un 24% de sobrepoblación en los centros del Sename privados y públicos a nivel nacional de este año, un dígito más que el segundo semestre de 2018. Sin embargo, en tres ciudades del país presenta sobrepoblación de un 100%, que corresponden a Chillán, Copiapó y Punta Arenas.
“Un elemento que persiste dice relación con la capacidad de población de las residencias. Un número significativo de residencias se encuentra al límite de sus capacidades de ingreso y otro no menor se encuentra en situación de sobrepoblación“, se señala en las conclusiones del documento.
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El informe también indica que “las condiciones generales que detentan las residencias están lejos de ser adecuadas. Particularmente las residencias de administración directa (CREAD) adolecen de todo criterio de restauración del bienestar de los LNNA ingresados”.
“Muchos de los NNA (niños, niñas y adolescentes) ingresados a residencias son expuestos física, psicológica y emocionalmente a una victimización y nuevos focos de vulneración”, agrega.
El documento elaborado por el máximo tribunal además ratifica lo planteado en el informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2018, sobre el mal estado de los recintos.
“Existe un estado crítico y deterioro permanente de infraestructura y equipamiento de muchas residencias, situación que redunda en una baja calidad de vida para los residentes, hacinamiento, ausencia de privacidad y dificultades en las relaciones de convivencia. Se destaca en este sentido observaciones sobre higiene y limpieza de los recintos, además de espacios con infraestructura y equipamiento inadecuados y generadores de peligro para todos los residentes”, dice.
Finalmente, indica que existe una diferencia importante entre lo privado y lo público, sobre todo en lo relacionado con la escasez de profesionales: “Se insiste en la escasez de profesionales especializados como psicólogos, fonoaudiólogos, terapeutas ocupacionales, profesores, psicopedagogos, educadores diferenciales, enfermeras, kinesiólogos, pediatras y psiquiatras, entre otros, para la atención de los LNNA ingresados en los hogares”.
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