En un breve texto, Rojas habla de traiciones de parte de un sector de la derecha y asegura que fue víctima de una "despiadada casería de brujas".
Con una actividad en el Hotel Ritz se lanzó este miércoles “94 Horas, crónica de una infamia”, el libro que escribió Mauricio Rojas para contar su breve experiencia como ministro de las Culturas.
Consta de un relato dividido en 6 capítulos en 97 páginas, con tipografía grande. Está a la venta en el sitio de la editorial El Líbero por $12.500 y llegará esta semana a librerías.
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“Este libro es la crónica de una infamia y de una persecución sin cuartel, de una turba enfurecida que se lanza a una cacería despiadada de un ser humano demonizado, al cual se le puede hacer y decir cualquier cosa”, señala el autor.
Tal como recoge Las Últimas Noticias, Mauricio Rojas cuenta su versión de los hechos que partieron cuando La Tercera rescató sus dichos en los que calificaba de “montaje” al Museo de la Memoria, pertenecientes a un libro de conversaciones junto al canciller Roberto Ampuero (“Diálogo de conversos”, 2015).
Dentro de las páginas, el ex ministro recopila reacciones de diversas figuras de la política que circularon en medios y redes sociales luego que trascendieran sus declaraciones.
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“Fue una campaña de difamación y destrucción moral. Supieron aprovechar mis desafortunadas palabras para iniciar una despiadada cacería de brujas”, asegura en el escrito.
Rojas destaca además el momento en que se dio cuenta de la gravedad del asunto que lo llevó a presentar su renuncia como ministro de las Culturas, a menos de 4 días de asumir la cartera: cuando vio al ex ministro de Defensa, Francisco Vidal, en una entrevista en TVN.
“Así, basado en habladurías y sin menor investigación mínimamente seria sobre el asunto, Francisco Vidal, se permite calificarme de montaje, con el sentido explícito de impostor o fabulador“, asegura en el libro.
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Más adelante, apunta contra un sector de la derecha que no lo apoyó luego de la polémica, específicamente la directiva de Evópoli. “Lo que más me duele es cuando quienes te conocen bien y comparten muchas de tus ideas faltan a un mínimo deber de solidaridad para con quién está siendo golpeado inmisericordiosamente”, dice.
El prólogo de “93 horas, crónica de una infamia” fue realizado por el escritor peruano Mario Vargas Llosa.
Junto con entregar su respaldo indicando que todo lo sucedido fue una “impecable operación de descrédito y calumnias” de parte de la izquierda, el escritor afirma: “Lo siento por Chile, no por él ni por sus lectores. Porque entiendo que, ahora, después de esta experiencia frustrante, ha decidido apartarse de todo cargo público para retornar a su trabajo intelectual”.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
