Esta es la declaración policial de Manuel Amor Lillo, padre de Isabel Amor, donde niega conocer a Luis Corvalán

Por CNN Chile

19.08.2024 / 17:49

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El 6 de diciembre de 2010, Manuel Amor Lillo declaró como imputado por su rol en la dictadura, negando conocer a Luis Corvalán Castillo, quien fue torturado con golpes y electricidad en el Estadio Chile.


Continúa la controversia en torno a la reciente salida de Isabel Amor, quien permaneció solo 48 horas como directora regional de Los Ríos del Servicio Nacional de la Mujer y la Equidad de Género (SernamEG).

La dirección de SernamEG justificó su despido por una “pérdida de confianza” en su gestión.

No obstante, Amor ha cuestionado esta explicación, sugiriendo que su desvinculación podría estar relacionada con la condena de su padre, Manuel Amor Lillo, por violaciones a los derechos humanos durante la dictadura cívico-militar.

La declaración de Amor Lillo: “Desconozco antecedentes de Luis Corvalán”

El 6 de diciembre de 2010, Manuel Amor Lillo declaró ante la Brigada Investigadora de Delitos Contra los Derechos Humanos por su rol durante la dictadura en calidad de imputado, por la muerte de Luis Corvalán Castillo, quien fue torturado durante su estadia en el Estadio Nacional.

Amor Lillo explicó que trabajó como médico cirujano en el Hospital Militar hasta noviembre de 1973, y luego se trasladó al regimiento de Curicó.

Aclaró que, durante el golpe de Estado de Augusto Pinochet, fue acuartelado y posteriormente enviado al Estadio Nacional, donde asistió a militares heridos y a detenidos, sin observar torturas o golpes.

Estadio Nacional durante la dictadura cívico-militar / Archivo: Memoria Chilena

Durante toda la declaración, aclaró que su rol fue solo para ejercer ayuda en el Hospital dentro del Estadio, del cual nunca salió.

Además, indicó que no observó interrogatorios o torturas, solo escuchó gritos de reclamos por las detenciones injustificadas.

Amor Lillo también mencionó que no tuvo conocimiento ni interacción con Luis Corvalán Castillo, quien, según el Informe Rettig, fue torturado y sufrió graves violaciones a los derechos humanos.

Luis Corvalán / Archivo: Memoria Viva. 

Declaración completa de Manuel Antonio Lillo Amor:

“En Santiago, a seis días del mes de diciembre del año dos mil diez, siendo las 08:50 horas, en dependencias de la Brigada Investigadora de Delitos Contra los Derechos Humanos, Oficiales
Policiales de esta Brigada, proceden a tomar Declaración Policial a don Manuel Antonio Emilio AMOR LILLO, chileno, nacido en Valparaíso el 29 de diciembre de 1938, casado, estudios superiores, Médico Cirujano, cédula de identidad N° 3.839.578-5, domiciliado en Avda. Andrés Bello No 1051, Depto. 601, comuna de Providencia, fono 8-7204008; quien voluntariamente expuso:

“Primeramente, se me exhibe el presente mandato judicial, emanado de la Iltma. Corte de Apelaciones de Santiago, en causa N° 2.182-98 “Luis Alberto CORVALAN CASTILLO”, sustanciado por el Ministro don Alejandro SOLIS MUÑOZ.

Ingresé como empleado civil en el Hospital Militar aproximadamente en el mes de mayo de 1967, específicamente como médico cirujano. En noviembre de 1973, fui contratado de planta, y destinado el Batallón “Loa” de Antofagasta. Estuve en este lugar dos años y en 1975, fui traslado al Regimiento de Curicó. En el año 1977 fui destinado a la Escuela de Artillería en Linares. En el año 1978, fui destinado al Regimiento Maipo, pero físicamente estuve en Porvenir, por el problema limítrofe con Argentina. En el año 1980 fui destinado al Regimiento de Curicó, permaneciendo hasta el año 1990, fecha en que me acogí a retiro con el grado de Teniente Coronel de Sanidad.

Respecto a lo que se me consulta, debo indicar que para los hechos del 11 de septiembre de 1973, me encontraba en el Hospital Militar, donde nos dejaron acuartelados varios días. Al quinto o sexto días se reinició la atención de pacientes. La Secretaria de la Dirección me indicó que por orden superior, debía concurrir a un Hospital de Campaña en el Estadio Nacional, donde al consultarle al Director Militar del recinto, me manifestó que debía ir al otro día, para lo cual debía presentarme a las 08:30 horas, para ser conducido a ese lugar. Al llegar me encontré con otros médicos y en una ambulancia nos llevaron al Estadio.

En este recinto, entramos por calle Marathón y por ese lado, estaban unas carpas que se utilizaron como hospital de campaña, custodiado por militares. Después de unas horas, llego un oficial
de Ejército subalterno, nos dijo que era el jefe de la instalación y debíamos atender todos los pacientes que consultaran.

La mayoría de los pacientes eran militares con patologías simples, pero un día llegaron dos o tres estudiantes de medicina sanos, los cuales se quedaron como ayudantes.

Referente a los detenidos, debo indicar que me correspondió atender a algunas personas que estaban en esa calidad, pero nunca observé que estuvieran golpeados o torturados.

Para realizar este servicio, nos dividíamos en turnos de tres a cuatro médicos cada dos o tres días. Para lo cual éramos llevados en ambulancia y traídos por ellos mismos, provenientes del mismo Hospital Militar.

Con relación a lo que se me consulta, debo indicar que siempre estuve en el sector físico del Hospital de Campaña por calle Marathón y nunca fui a otro lugar. Se me consulta en este acto, por el Velódromo; no, nunca estuve allí, sólo en la instalaciones sanitarias citadas.

Respecto a lo que se me consulta, debo indicar que desde la posición que me ubicaba en el Hospital de Campaña, escuché, a veces, gritos de gente que vociferaba o reclamaba, probablemente
en las graderías. Nunca observé interrogatorio o torturas, ignorando donde se efectuaron si es que se llevaron a cabo, pero si podría señalar que los detenidos alojaban en el sector de los camarines.

Referente a los nombre de otros médicos que se desempeñaron en el Hospital de Campaña en el Estadio Nacional, debo indicar que no recuerdo sus nombres y al parecer éramos todos nuevos en la Institución y yo era el único del servicio de cirugía.

Debo agregar que en el Estadio Nacional estábamos a cargo de un oficial de Ejército del grado de Teniente o Capitán, pero ignoro su nombre.

Por último, puedo indicar que en relación al nombre que se me consulta de Luis Alberto CORVALAN CASTILLO, debo indicar que desconozco antecedentes de esta persona y nunca escuché mencionarlo y menos conocerlo en el interior del Estadio Nacional, mientras preste servicios en el lugar ni en ninguna circunstancias.

Es todo cuanto puedo señalar al respecto, finaliza la presente declaración siendo las 09:45 horas, la cual lee y ratifica para constancia.”.