La directora del organismo, María Leonor Varas, revela que algunas preguntas de la nueva evaluación que se está trabajando fueron incluidas en la PSU rendida este año para ser probadas de forma masiva.
Entre las principales demandas de los estudiantes secundarios para frenar la rendición de la PSU está la necesidad de crear un nuevo mecanismo de admisión a la educación superior que no diferencie a los alumnos por razones socioeconómicas, de género y por tipo de colegio.
Este es uno de los objetivos que el Demre viene persiguiendo desde el año 2017 al trabajar en la formulación de una nueva prueba.
Un primer prototipo fue testeado en 9 mil alumnos de cuarto medio en junio de 2019, los que luego también rindieron la PSU, para así comparar el desempeño en ambas evaluaciones.
Según informa Emol, el resultado de esto arrojó que efectivamente se pudo reducir la brecha, especialmente entre recintos educaciones de distinta dependencia (particular, pagado, particular subvencionado y municipal), y entre colegios humanistas y técnico-profesionales, así como también la brecha de género, aunque en menor medida.
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La directora del organismo, María Leonor Varas, indicó que el nuevo examen sigue siendo testeado para poder ser validad técnicamente, y reconoce que en la PSU rendida este año se incluyeron 10 preguntas del nuevo test para ser probadas de forma masiva (5 en la PSU de Lenguaje y 5 en la de Matemática).
“Nosotros pensamos que nos van a dar información acerca de cómo se comportan en pruebas de verdad, bajo estrés; y darán información para tomar decisiones. Por ejemplo, ver qué tan distinto se comportaron en el piloto sin estrés y en la prueba oficial con estrés. Eso nos da una idea que nos permite focalizarnos en lo que sigue del desarrollo”, explicó al citado medio.
Los resultados de esto serán analizados en marzo, luego que sean entregados los puntajes de la PSU. El Demre también contempla realizar pilotos del nuevo test en abril a los alumnos que estén recién ingresando a la universidad para identificar “qué tan predictiva es” de su rendimiento en la ed. superior.
En paralelo, se seguirán realizando focus groups, entrevistas y reuniones con estudiantes y docentes de colegios universidades, para saber su opinión de la nueva prueba.
¿Cuándo se podría aplicar esta nueva prueba? Según la directora del Demre, el nuevo instrumento estaría en condiciones técnicas óptimas para ser aplicada recién dentro de dos años, en el proceso de admisión 2022.
La autoridad señala que, para que debute la nueva evaluación, “no puede ser con muy altas consecuencias”, es decir, que “ese puntaje no tenga una alta ponderación”.
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Para esto, Varas es partidaria de que en un comienzo se apliquen ambas pruebas en paralelo: “Siempre hay un riesgo de que, en las condiciones reales, (la prueba) no funcione como uno quería, por más que se haya preparado el terreno”.
“A mí me parece que debería ser una condición de ingreso (a la universidad), haber rendido las dos pruebas, pero el puntaje sea sólo el de la antigua. Hay que hacer un tránsito”, sostiene al respecto.
Como argumento, Varas recuerda que la Prueba de Actitud Académica (PAA, modelo que se usó entre 1966 y 2002), se implementó después de haber sido aplicada cuatro veces junto al Bachillerato.