Con una inversión de US$ 5 mil millones y 22 observatorios establecidos o en construcción, nuestro país se ha convertido en potencia en el área. Sin embargo, hoy la dimensión del desafío es sólo comparable con la oportunidad que representa.
Dos años después de la creación de El Tololo, el primer megaproyecto astronómico en nuestro país, se nacionalizó el cobre, transformando la riqueza de la tierra en un pilar de nuestro desarrollo económico.
Medio siglo después, Chile se ha posicionado como potencia en observación astronómica a nivel mundial. Pero ¿cuánto hemos aprovechado este capital para generar otros nuevos?.
Actualmente hay 22 observatorios establecidos o en construcción, lo que se traduce en más de 5.000 millones de dólares invertidos, con una participación de un 30% de la Unión Europea, 20% de Estados Unidos y el resto de distintos consorcios internacionales.
Los investigadores chilenos tienen acceso garantizado al 10% del tiempo de observación de los grandes telescopios instalados en el país. Sin embargo, los expertos aseguran que el protagonismo que nuestro país ha tomado en el área creció.
“Hace sesenta años lo principal que se le pedía a los observatorios que venían a nuestro país es entregar un 10% del tiempo de observación. Esa fue una medida que fue bastante visionaria, pero ahora los tiempos han cambiado y no solo se están dedicando a ser los observadores de los datos, sino que están comenzando a ser parte de los proyectos“, comentó Luis Chavarría, Director Programa de Astronomía Conicyt.
En esa línea, varios creen que el futuro del desarrollo astronómico en Chile será aún más auspicioso e importante a nivel mundial.
Ricardo Finger, Académico Departamento Astronomía U. de Chile, señaló que “el mundo va en la dirección de que los grandes descubrimientos y los grandes cambios son en realidad cada vez más colaborativos. Entonces tal vez hay que tener una mirada más global. No decir que Chile se convierta en el líder mundial de algo, sino que en realidad vamos a ser parte de una comunidad que va a liderar el mundo”.
El desafío ahora es cómo lograr esa inserción en una industria que trabaja con tecnología de punta que se ve lejana de las capacidades técnicas de nuestro país.
Sobre eso, Leonardo Vazi, Profesor Escuela Ingeniería UC, cree que “no es necesario partir de cero. Chile no necesita construir telescopios, pero sí hay que invertir en lo que es instrumentación y capacitación de personas”.
Mientras tanto, para Chavarría el siguiente paso para nuetro país en el área será buscar “ser parte de los consorcios que hacen los instrumentos completos que van en los observatorios”.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
