El parlamentario frenteamplista, quien impulsó la Comisión Especial Investigadora por la Megasequía y Cambio Climático recién aprobada por la Cámara, calificó como hipocresía que Chile sea anfitrión de la COP25 sin haber firmado el Acuerdo de Escazú y se refirió al impacto de Greta Thunberg.
Este martes, la Cámara de Diputados aprobó por 62 votos la Comisión Especial Investigadora por la Megasequía y Cambio Climático, la cual tiene como propósito fiscalizar las medidas adoptadas para enfrentar la escasez hídrica -que afecta a distintas regiones del país desde el año 2010 a la fecha- por el gobierno y los organismos del Estado competentes en materia de gestión de recursos hídricos, tales como los Ministerios de Medio Ambiente, Obras Públicas, Interior y Agricultura.
La iniciativa fue impulsada por el diputado Diego Ibáñez (Convergencia Social) quien señaló que “esta comisión investigadora tiene como objeto revisar los actos de la ministra de Medio Ambiente, su par de Obras Públicas, y por cierto, de la Dirección General de Aguas, para ver de qué manera esto ha explotado con movilizaciones y con gente que se le está muriendo el ganado, que ha tenido que secar sus hectáreas y no ha recibido ayuda oportuna del Estado.”
También en la misma línea, en conversación con El Desconcierto, el parlamentario manifestó sus reparos al reconocimiento medioambiental que recibió el presidente Sebastián Piñera en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Nueva York.
“Es ridículo. Aquí no ha habido verdadera voluntad política. Por ejemplo, las normas que regulan el arsénico que se declaró en el gobierno de Patricio Aylwin, pero que derogó después Eduardo Frei. Y este gobierno no ha tenido la voluntad para dictar una nueva norma al respecto”, dijo.
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“Ahora bien, hay que considerar ciertos avances porque lamentablemente fue tan poco lo que hicieron los gobiernos de la Concertación y ex Nueva Mayoría en materia ambiental, que tuvo que venir un presidente de derecha para establecer ciertas normativas que antes no existían, como una norma de dióxido de azufre que no se había presentado en los gobiernos anteriores. Claro que en absoluto es suficiente. Actualmente, hay un vacío que permite que las empresas contaminantes caigan en la impunidad“, agregó.
El parlamentario además criticó el Plan de Descontaminación del Gobierno en la llamada “zona de sacrifico” de Quintero-Puchuncaví y aseguró que “es la manifestación del fracaso de la política ambiental en Chile”. “
“El problema de fondo es que la norma ambiental permite, por ejemplo, que Aes Gener -una empresa norteamericana financiada en un 20% por las pensiones de todas y todos los chilenos-, contaminar cinco veces más en Chile que en Estados Unidos”, explicó.
Finalmente, Ibáñez calificó como “hipocresía” que Chile sea anfitrión de la COP25 sin haber firmado el acuerdo de Escazú y aseguró que con ello el país demostró “indolencia” ante la problemática de “justicia ambiental y en defensa de los luchadores amenazados de muerte en la región”.
“Hoy, el discurso verde tiene sentido en la medida que exista una rentabilidad en las cifras corporativas y no para cambiar un modelo de vida. Esto último es como lo que ha instalado Greta Thunberg, que se ha vuelto incómoda para las élites mundiales”, dijo.
“Pero, también, lo que dice Greta no es nuevo. Hoy cobra relevancia en los medios de comunicación porque viene del mundo europeo y cumple con ciertos cánones que son procesables por los medios. Lo que dice Greta es lo que ha dicho también el pueblo mapuche y los pueblos indígenas en Latinoamérica desde hace más de 200 años“, cerró.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
