El parlamentario del Frente Amplio manifestó que la iniciativa busca "reconocer y compensar de forma justa el esfuerzo de miles de ciudadanos que, como vocales de mesa, deben dedicar largas y extenuantes jornadas al servicio del proceso democrático".
El diputado Diego Ibáñez (FA), presentó un proyecto de ley que busca otorgar un permiso laboral pagado a quienes les toque ejercer como vocales de mesa en elecciones y plebiscitos.
La normativa establece que los vocales reciben un bono por el rol que cumplen. En este caso, como la elección fue de dos días, el monto es cercano a los $60 mil.
“Sin embargo, hay una cuestión relevante que no se toma en cuenta. Aunque las personas designadas reciben un pago por desempeñar dichas funciones, no se considera el impacto físico y mental de las jornadas extenuantes, para que luego, sin consideración alguna, deban retomar sus funciones laborales propias sin haber podido descansar correspondientemente”, señala el parlamentario.
En ese sentido, solicita modificar el Código del Trabajo y agregar artículos en los que se indique que “los trabajadores señalados en el artículo anterior que hubieren sido designados vocales de mesas receptoras de sufragios, de acuerdo a la Ley N° 18.800 y la Ley N° 19.175, tendrán derecho a un día de permiso laboral pagado el día hábil siguiente al término de los comicios”.
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En el documento, Ibáñez asevera que los vocales trabajaron durante dos jornadas consecutivas, y que el domingo estuvieron hasta “altas horas de la madrugada del lunes” realizando el escrutinio. A ello se suma que muchos de ellos debían presentarse temprano a sus trabajos, a pesar de no haber descansado correctamente.
Además, apunta a que no solo debieron asistir a las jornadas eleccionarias, sino que también a la constitución de mesas receptoras de sufragios y a la capacitación del proceso.
De acuerdo al parlamentario, con la iniciativa busca “reconocer y compensar de forma justa el esfuerzo de miles de ciudadanos que, como vocales de mesa, deben dedicar largas y extenuantes jornadas al servicio del proceso democrático”.
“Este año, de haber aplicado una norma de tales características, se habría beneficiado a miles de personas, quienes, además de sus responsabilidades laborales habituales, debieron asumir un rol fundamental en las elecciones. Esta iniciativa no solo valora el compromiso cívico, sino que establece un precedente hacia un sistema electoral más equitativo, dónde quienes cumplen estas labores esenciales, puedan desempeñarse sin poner en riesgo su bienestar”, dice el escrito.