Los parlamentarios entregaron ciertos antecedentes donde afirman que aumentó la importación de fármacos relacionados con este tema desde 2005 hasta 2017.
La Cámara Baja aprobó de forma unánime -con 134 votos- el proyecto que prohíbe condicionar la permanencia de estudiantes al consumo de medicamentos que tratan la hiperactividad y la conducta, como el Ritalín.
Según consignó El Dínamo, la norma define que “no se podrá condicionar la incorporación, la asistencia y la permanencia de los y las estudiantes a que estos consuman algún tipo de medicamento para tratar trastornos de conducta, tales como el trastorno por déficit atencional e hiperactividad”.
Dicha normativa ahora será enviada a consideración del Senado.
¿Qué incluye la iniciativa?
En ella se señala que los establecimientos educacionales deberán facilitar apoyo biopsicosocial y de atención diferenciada en actividades curriculares y extracurriculares.
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Se detalla que “estas habilidades pueden ser introducidas, entre otras disciplinas o metodologías, por medio de prácticas deportivas o contemplativas, tales como meditación, yoga, mindfulness, tai-chi, danza o expresiones artísticas, destinadas tanto al favorecimiento del rendimiento académico, como el bienestar e integración de los estudiantes, atendiendo a las diversas capacidades que posean y acorde a la etapa del aprendizaje en que se encuentren”.
El medio de comunicación antes citado informó que la propuesta fue ingresada a trámite legislativo por la diputada Cristina Girardi (PPD) junto a las legisladoras Camila Rojas (IND), Marisela Santibáñez (PRO) y Camila Vallejo (PC) y a los diputados Jaime Bellolio (UDI), Ricardo Celis (PPD), Juan Santana (PS) y Gonzalo Winter (IND), en abril de 2018.
Antecedentes sobre el Metilfenidato -el compuesto del Ritalín-
Los parlamentarios entregaron ciertos antecedentes donde afirman que aumentó la importación de fármacos relacionados con este tema desde 2005 hasta 2017.
Según el medio Tua Saude, los efectos secundarios del consumo de Metilfenidato incluyen malestar abdominal, náuseas, acidez, nerviosismo e insomnio, desmayos, dolor de cabeza, somnolencia, mareos, alteración de la frecuencia cardíaca, fiebre, reacciones alérgicas y disminución del apetito que puede resultar en pérdida de peso o retraso del crecimiento en los niños.
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Además de esto, por ser una anfetamina, el Metilfenidato puede causar dependencia, si se usa de forma inadecuada.
Mencionaron las quejas planteadas por los padres y apoderados en torno a lo que exigen ciertos establecimientos educacionales de llevar a niños a especialistas con el fin encubierto de que sean medicados.