Frente a 80 mil personas, el día después de conocer los resultados de las elecciones presidenciales, Patricio Aylwin llevó a cabo un discurso que se robó los aplausos a nivel mundial.
Con frases como “civiles y militares, Chile es uno solo”, hicieron que el Estadio Nacional se cayera en aplausos, donde agregó que “las culpas de personas no pueden comprometer a todos, tenemos que ser capaces de reconstruir la unidad de la familia chilena”.
Un discurso al país que llegó tras la dictadura militar de Augusto Pinochet.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.