El testimonio de B.A.W.I contra Nicolás López de cuando era menor de edad

Por CNN Chile

28.07.2018 / 15:01

La denunciante, quien ha preferido hacer públicas solo sus iniciales, tenía 17 años cuando ocurrieron los hechos que relató.


Luego que la Revista Sábado informara sobre una serie de nuevas acusaciones contra el director Nicolás López, uno de los relatos llamó especial atención, pues se trataría de una menor de edad.

Se trata de B.A.W.I., quien tenía 17 años en el año 2004, cuando ocurrieron los hechos que ella relató a la revista:

“Creo que a las tres de la mañana salí del baño vomitando, muy mal, y le dije que me quería ir para la casa porque me sentía pésimo. Él me dijo que no, que nos fuéramos a su hotel, el Marina del Rey”, comenzó a relatar la joven, que en ese entonces pensaba estudiar teatro.

“Ya no daba más, casi no podía estar de pie. Recuerdo que me ofreció cocaína. Me aseguró que con eso me iba a reponer y podríamos seguir de fiesta. Pero la rechacé. Él me dijo que en su hotel lo íbamos a pasar muy bien que podíamos ver películas y pedir comida. Así que lo acompañé”, continúa.

“Me acuerdo de que le dije ‘tú sabes que no va a pasar nada, ¿cierto?’, y él me contestó ‘tranquila, no te voy a penetrar. Penetrar a una menor de edad es delito’. Llegamos a la pieza y yo estaba muy mal. Me desplomé en la cama“, relata B.A.W.I.

Según señala, fue luego de esto que López se sentó sobre su pecho y le atajó las manos con sus rodillas.

“Recuerdo despertar y sentir lo pesado que era y que me pegaba con su pene en mi cara. Me acuerdo con su cara asquerosa, mirándome todo el rato, y me hacía como el gesto de encuadre con las dos manos, diciendo que nunca se iba a olvidar de esto. Sé que entró en mi boca. Jamás le dije que no, pero tampoco le di mi consentimiento”, señaló al mencionado medio.

La joven, en ese entonces de 17 años, cuenta que despertó al día siguiente junto al director en la cama.

B.A.W.I. agrega que fue luego de leer el reportaje de Revista Sábado en que ocho mujeres denunciaban a López que se decidió a denunciar.

“Sentí que no estaba loca”, concluyó.