1994, campeones como ayer: Se cumplen tres décadas de la histórica hazaña de la U de Chile tras 25 años sin títulos
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El parlamentario, uno de los principales impulsores de la acusación contra Jean-Pierre Matus, afirmó que el ministro "no tiene nada que celebrar" y que la imagen de la derecha felicitando "debería llamar a la reflexión a todos".
El diputado Eric Aedo (DC) se pronunció sobre el reciente rechazo de la acusación constitucional en contra del ministro de la Corte Suprema, Jean-Pierre Matus, quien enfrentaba cargos por su vinculación con el abogado Luis Hermosilla en el marco de la investigación del Caso Audios.
Aedo, uno de los principales impulsores de la acusación, cuestionó duramente la decisión de la Cámara de Diputadas y Diputados.
“Esta fue una votación muy estrecha, faltaron dos votos para que esta acusación pasase hasta el Senado”, señaló, enfatizando que muchos de los parlamentarios que votaron en contra o decidieron abstenerse le habían asegurado que respaldarían la acusación.
El diputado expresó su frustración, afirmando que la votación refleja una falta de compromiso con los estándares éticos y morales que deben regir el comportamiento de las máximas autoridades del país.
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“Hay otros que no honraron su compromiso, no solo en la derecha, también en el oficialismo. Cada uno aquí dará respuesta a por qué tomó esas decisiones cuando había comprometido públicamente una acción distinta”.
“Hoy día el ministro Matus y su defensa no tienen nada que celebrar”, subrayó Aedo.
Además, hizo hincapié en el impacto de las decisiones políticas en la percepción pública de la justicia y la rendición de cuentas. “La imagen de la derecha felicitando a un ministro que se salva por dos votos debería llamar a la reflexión a todos”, concluyó.
Agregó: “Es lamentable que algunos diputados y diputadas opten por hacer la vista gorda ante hechos que comprometen la integridad de nuestras instituciones”, sostuvo.
Aedo concluyó su intervención con un llamado a la responsabilidad y a la transparencia, instando a sus colegas a mantenerse firmes en su compromiso con la probidad: “Lo que es incorrecto es incorrecto siempre, y no estoy aquí para salvar trenzas de poder”.
El club laico alcanzó la gloria el 18 de diciembre de 1994 con un épico empate ante Cobresal en pleno desierto de Atacama.