Este lunes la Policía desactivó una serie de artefactos explosivos encontrados en un pastizal en los alrededores de Brasilia a una semana de la investidura del presidente electro Lula Da Silva. El material fue incautado tras la detención del empresario George Washington de Oliveira Sousa, adherente de Jair Bolsonaro.
(EFE) – La Policía desactivó una serie de artefactos explosivos encontrados en un pastizal en los alrededores de Brasilia a una semana de la investidura de Luiz Inácio Lula da Silva como presidente de Brasil, informaron este lunes fuentes oficiales.
Los hechos ocurrieron este domingo, un día después de que fuera detenido un hombre que intentó detonar un artefacto explosivo en el aeropuerto de la capital brasileña y quien confesó que su objetivo era provocar caos para impedir la toma de posesión de Lula el próximo 1 de enero.
De acuerdo con la Policía, tras una denuncia anónima, los explosivos fueron hallados en los alrededores de Gama, un distrito de Brasilia ubicado a unos 35 kilómetros de la zona donde se levantan los ministerios en la capital del país.
En el lugar, el escuadrón de bombas del Batallón de Operaciones Especiales desactivó los artefactos mediante una explosión controlada de los mismos.
Aunque las autoridades no confirmaron la cantidad, medios locales aseguran que se trataba de unos 40 kilos de explosivos.
En el lugar las autoridades también encontraron varios chalecos antibalas, con sus respectivos forros, que fueron enviados al departamento de criminalística para el respectivo peritaje.
El material fue incautado un día después de la detención de George Washington de Oliveira Sousa, un empresario que confesó haber plantado una bomba dentro de un camión cisterna de combustible, que fue fue desactivada por las autoridades luego de que el conductor denunciara que le habían introducido un paquete sospechoso en el vehículo.
El hombre, de 54 años y al que se le incautó todo un arsenal en su residencia, confesó que construyó el artefacto y que lo introdujo en el vehículo, en un hecho que, dijo, fue planificado por él, junto con un grupo de bolsonaristas, para ocasionar caos, obligar a las autoridades a declarar el Estado de sitio y con eso permitir a los militares iniciar un golpe.
Desde que el líder progresista fue elegido para su tercer mandato, el pasado mes de octubre, los grupos bolsonaristas más radicales se han concentrado frente a cuarteles del Ejército pidiendo un golpe de Estado que evite la investidura de Lula.
El líder progresista tomará posesión de su cargo el próximo domingo en un multitudinario acto en el que han confirmado asistencia al menos 17 jefes de Estado o de Gobierno, entre los cuales el rey de España y los presidentes de Alemania, Portugal, Argentina y Uruguay.
Para el evento, denominado “Festival del futuro”, son esperadas unas 300.000 personas que participarán de una fiesta musical organizada para que la población salude a Lula y en el que ofrecerán conciertos 30 cantantes y grupos musicales.