El sacerdote será formalizado por abuso sexual el próximo 29 de marzo, luego de que se conocieran una serie de denuncias por violación y abuso sexual a menores de eedad que datan al menos desde 2015.
Como una maniobra para retrasar el proceso, la semana pasada el arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, intentó evitar la notificación de demanda en contra del Arzobispado de Santiago que interpuso un hombre que acusa haber sido violado por el sacerdote Tito Rivera al interior de la Catedral en 2015.
De acuerdo a un reportaje de Radio Bío Bío, la elusión ocurrió el pasado jueves 7 de marzo cuando la receptora, Silvia Larrravide, llegó hasta la oficina de Ezzati, que se ubica precisamente a un costado del templo católico, pero no pudo realizar el trámite pese a que la autoridad católica sí se encontraba en el lugar.
“Certifico y me consta que el demandado se encuentra en el lugar del juicio y que este es su domicilio laboral por haberlo confirmado así una persona adulta del señalado domicilio”, escribió Larravide en un documento.
La notificación es indispensable como parte de la tramitación civil de una indemnización por perjuicios. En este caso, la demanda en contra de Rivera fue interpuesta por un monto de $350 millones, fue ingresada por el abogado Alfredo Morgado y es tramitada por la ministra de la Corte de Apelaciones de Santiago, Maritza Villadangos.
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Ante esa situación, Larravide volvió a acudir al lugar el día siguiente, el 8 de marzo, y esperó a que Ezzati llegara en el único lugar por donde podía entrar, y a las 9.45 de la mañana logró entregarle los documentos judiciales. Sin embargo, pese a que se lo requirió, el arzobispo “se excusó de firmar”.
“Dejo constancia que la identificación del demandado fue por su propio reconocimiento al ser requerido por sus nombres y apellidos”, se lee en el documento judicial.
El proceso judicial mencionado se inició luego de la denuncia por violación que interpuso un hombre en contra de Tito Rivera, y que se suma a otras acusaciones por abuso sexual a menores de edad que datan al menos desde 2015.
Las víctimas entregaron sus testimonios entre marzo y julio de ese año al sacerdote Francisco Vicuña Walker, e incluso uno de los afectado entregó un pendrive con imágenes, y recién en 2018 Rivera fue suspendido del Ministerio Sacerdotal por 14 años, una de las sanciones más altas conocidas hasta ahora, pese a que no fue expulsado ni los delitos fueron informados al Ministerio Público.
La formalización por abuso sexual en contra de tito Rivera está fijada para el próximo 29 de marzo, y fue solicitada por el fiscal regional de O’Higgins, Emiliano Arias, quien se encuentra a cargo de la arista penal del caso.
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