Tras la realización de un sumario administrativo, los antecedentes por esta red criminal dedicada a la asesoría y venta de trámites migratorios se enviaron al Ministerio Público debido a su gravedad, quedando la Fiscalía Metropolitana Centro Norte a cargo de investigar. Cuatro de los involucrados ya están fuera de la institución.
Cinco funcionarios de la Policía de Investigaciones (PDI) fueron sancionados por facilitar la realización de trámites migratorios y la obtención de duplicados de tarjetas únicas migratorias, también llamadas “tarjetas de turismo”, para extranjeros que entraron a Chile por pasos no habilitados.
Según una investigación de Radio Bío-Bío, los funcionarios del Departamento de Migraciones y Policía Internacional (DEMIG) Antofagasta de la PDI, de los cuales cuatro ya están fuera de la institución, trabajaban en coordinación con un civil que prestaba servicios para una agencia naviera y, a cambio de sus gestiones, recibían regalos y pagos en dinero.
Tras la realización de un sumario administrativo, los antecedentes fueron enviados al Ministerio Público debido a su gravedad, quedando la Fiscalía Metropolitana Centro Norte a cargo de investigar. “Fue la propia institución quien identificó y denunció los hechos ante la Fiscalía”, señalaron desde la PDI.
Todo comenzó en abril del 2022 cuando una ciudadana colombiana llamada Ángela Casanova Becerra se disponía a viajar. Sin embargo, la “tipografía” del duplicado de su tarjeta única migratoria llamó la atención de un funcionario de la DEMIG, quien ya había sido alertado por una situación similar con una ciudadana ecuatoriana.
La tarjeta única migratoria es un documento entregado por la PDI a los extranjeros que ingresan al país sin intenciones de establecerse. Quienes tienen este documento de permanencia transitoria pueden permanecer en Chile por hasta 90 días corridos, plazo que es limitado y puede prorrogarse por otros 90 días.
“Va dirigido a personas extranjeras que se encuentran realizando turismo en Chile, es decir, quienes hayan ingresado al país en forma regular por un paso habilitado para el tránsito de personas, sin propósito de inmigración, residencia o desarrollo de actividades remuneradas”, detalla la PDI en su sitio web.
Casanova confesó haber entrado por un paso no habilitado y que su yerno, Ronald Zapata, le entregó los documentos necesarios para poder salir de Chile. Quedó detenida por el uso malicioso de instrumento público, siendo trasladada hasta una unidad de la PDI, donde comenzó a quedar al descubierto la red criminal dedicada a la asesoría y venta de trámites migratorios.
Zapata confirmó que su suegra ingresó por un paso ilegal y detalló que un compañero de trabajo le recomendó ir una “oficina” de trámites de extranjería en Antofagasta. En el lugar, una mujer de su misma nacionalidad llamada “Lili” le explicó que ella obtenía un documento de “entrada al país” y luego esto se vería reflejado “en los sistemas de la PDI”.
“Lili” le compartió el contacto de otra compatriota, Claudia Patiño, con quien debía materializar el “servicio”. Patiño, quien le señaló a Zapata que el documento lo “realizaría alguien de la PDI sin dar más detalles”, le entregó la tarjeta de turismo con “todos los datos de su suegra”, incluido el ingreso al país “en los sistemas de la PDI”, tras el pago de $603 mil.
Lilia Segura Aguirre, “Lili”, aseguró que conoció a principios de 2021 a Sergio Hidalgo, un civil que prestaba servicios para una agencia naviera y realizaba el traslado de tripulantes y personal de la PDI. Era conocido en la institución, ya que también concurría “periódicamente al cuartel” a realizar trámites de shore pass y “cartas de desembarco”.
Según la mujer, él le contó que tenía “contactos directos con la PDI para obtener con mayor facilidad vigencias de permanencia definitiva y regularización de ilegales en el país”. Uno de ellos era el del entonces asistente policial de la DEMIG Antofagasta, Patricio Véliz Vera.
En su declaración, Hidalgo reveló qué funcionarios lo “ayudaban” con los trámites y cuánto cobraba cada uno de ellos, destacando que no todos lo hacían por dinero, ya que algunos recibían regalos, tales como botellas de whisky y tiempo en un departamento para “reunirse” con mujeres.
Las actividades están enmarcadas en el lema "Salgamos a jugar", por lo que el énfasis estará en los juegos tradicionales y la "transmisión intergeneracional de la riqueza cultural". La jornada se realizará en 16 regiones del país.
