"Me complace informar que el gobierno de Estados Unidos desclasificó los informes diarios del presidente, referentes a Chile, de los días 8 y 11 de septiembre de 1973", anunció la embajadora de Estados Unidos en Chile, Bernadette Meehan en una publicación por en X, antes Twitter.
La embajadora de Estados Unidos, Bernadette Meehan, confirmó este viernes a través de sus redes sociales que el gobierno de Estados Unidos desclasificó los informes de los días 8 y 11 de septiembre de 1973 que le hacía llegar la CIA al presidente Richard Nixon sobre la situación política en Chile antes del golpe de Estado.
“Me complace informar que el gobierno de Estados Unidos desclasificó los informes diarios del presidente, referentes a Chile, de los días 8 y 11 de septiembre de 1973“, escribió Meehan en X.
“Junto con los miles de documentos desclasificados con anterioridad, la publicación de hoy demuestra nuestro compromiso duradero con la asociación entre Estados Unidos y Chile, que es consistente con nuestros esfuerzos por promover la democracia y los derechos humanos en nuestros propios países y alrededor del mundo”, sostuvo, en tanto, un comunicado de la Embajada de Estados Unidos en Chile.
En esa línea, la misiva agregó que “teniendo en cuenta estos factores, el gobierno de los Estados Unidos completó esta revisión de desclasificación en respuesta a una solicitud del gobierno de Chile y para permitir una comprensión más profunda de la historia que compartimos”.
“Nos mantenemos comprometidos en trabajar con nuestros socios chilenos para intentar e identificar fuentes de información adicionales, de modo de aumentar nuestra conciencia sobre eventos de alto impacto ocurridos a lo largo de la historia que compartimos y fortalecer aún más la importante relación entre nuestros dos países”, concluyeron.
A continuación revisa el contenido de los informes:
Documento del 8 de septiembre de 1973
“Se han recibido varios informes de Chile que indican la posibilidad de un pronto intento de golpe militar. Los disturbios se centran en la marina, cuyo personal ha estado nervioso por el inminente nombramiento de un nuevo jefe de servicio. Los hombres de la Marina que conspiran para derrocar al Gobierno ahora reclaman el apoyo del Ejército y la Fuerza Aérea”.
“No hay evidencia de un plan de golpe coordinado de tres servicios. De hecho, los generales del ejército últimamente han estado hablando (…) de formas de construir la unidad entre servicios con miras a aumentar la influencia militar en el Gobierno. Si los exaltados de la Marina actúan creyendo que automáticamente recibirán apoyo de los otros servicios, podrían encontrarse aislados“.
“También hay indicios de que oficiales navales podrían estar planeando acciones antigubernamentales conjuntas con militantes civiles opositores al régimen.”
“El movimiento de extrema derecha Patria y Libertad ha estado bloqueando carreteras y provocando enfrentamientos con la policía nacional, aumentando la tensión causada por las continuas huelgas y los movimientos políticos de oposición”.
“El presidente Allende (…) a principios de esta semana (…) dijo que creía que las Fuerzas Armadas pedirían su renuncia si no cambia sus políticas económicas. Planteó la perspectiva de una ‘confrontación armada’ entre sus seguidores y los militares”.
“Allende dice que sus partidarios no tienen suficientes armas para prevalecer en tal evento y que no serviría de nada tratar de distribuir más armas ahora, ya que los militares no lo permitirían. Concluyó que la única solución es ‘política’“.
“Allende parecía estar tratando de convencer de que la situación es grave y requiere un manejo cauteloso, y que es posible que sea necesario realizar algunas retiradas políticas tácticas. Le preocupan las sostenidas presiones de la oposición contra él y, especialmente, las intenciones de los militares”.
Documento del 11 de septiembre de 1973
“En Chile, los planes de oficiales de la Marina para desencadenar una acción militar contra el Gobierno de Allende (…) contarían con el apoyo de algunas unidades clave del Ejército. La Marina también cuenta con la ayuda de la Fuerza Aérea y la policía nacional“.
“Aunque los oficiales militares están cada vez más decididos a restaurar el orden político y económico, es posible que todavía carezcan de un plan coordinado eficazmente que aproveche la oposición civil generalizada”.
“Los socialistas, los extremistas de izquierda y los comunistas están igualmente decididos a no ceder. Están apostando a que la oposición militar y política no puede llevar a cabo medidas para derrocar al gobierno o incluso imponerle restricciones. El presidente Allende aún espera que contemporizar evite un enfrentamiento“.