Un reporte da cuenta de las últimas acciones del artista al llegar al hotel.
Impacto y tristeza en todo el mundo causó la sorpresiva muerte del vocalista de Audioslave y Soundgarden, Chris Cornell. Dos días después de que se conociera su suicidio, un informe policial reveló cómo fueron las últimas horas de vida del músico.
El miércoles por la noche Cornell llegó al hotel donde se hospedaba, junto a su guardaespaldas, Martin Kirsten, quien lo ayudó a instalar su computador.
Luego, el artista decidió quedarse solo en la habitación. Ahí se tomó dos dosis de Ativan para su ansiedad. Llamó a su esposa, Vicky Cornell, quien se dio cuenta de sus dificultades para hablar. Al preguntarle qué le pasaba, el músico respondió que se debía al cansancio y a la medicina, y cortó la llamada abruptamente.
Su mujer llamó al guardaespaldas, quien intentó entrar a la habitación. La llave no le funcionaba y el personal del hotel le advirtió que no tenía autorización para romper la puerta. Una vez que logró entrar, se encontró a Cornell con una banda de ejercicio amarrada al cuello y una hemorragia saliendo de su boca.
Los paramédicos no lograron reanimarlo, y fue así como el artista murió a las 01:30 AM del jueves pasado.
Experto en política estadounidense y ex subsecretario de Asuntos Hemisféricos de EE.UU., el cientista político chileno analiza las elecciones presidenciales y su impacto en la relación de EE.UU. con América Latina.
