En su misiva, el gremio de aseguradoras advierte que las disposiciones de la reforma, como la licitación bienal de afiliados de pensiones y la incorporación de un inversor público, podrían crear un mercado "injusto" para las AFP controladas por compañías estadounidenses.
El debate sobre la reforma de pensiones en Chile tomó un giro internacional este lunes, cuando el presidente del American Council of Life Insurers (ACLI), David Chavern, envió una carta al Gobierno expresando serias preocupaciones por los efectos que podría tener la propuesta, recientemente aprobada por la Sala del Senado, en los inversionistas de Estados Unidos en el país.
En la misiva, enviada a altos funcionarios chilenos, incluidos el presidente Gabriel Boric y el ministro de Hacienda, Mario Marcel, Chavern advirtió que la reforma propuesta pone en peligro los compromisos internacionales de Chile, particularmente el Tratado de Libre Comercio entre Chile y EE. UU., al crear un entorno de mercado “injusto” para las AFP controladas por compañías estadounidenses.
Entre los actores mencionados están Metlife, Principal Financial Group y Prudential Financial, dueñas de AFP Provida, Cuprum y Habitat, respectivamente, consignó el documento publicado por La Tercera.
“A medida que la Administración del Presidente Trump comienza su amplia revisión de los acuerdos comerciales, es importante que estas acciones y sus implicaciones sean plenamente comprendidas por los líderes estadounidenses”, sostiene la misiva.
El principal punto de discordia es la propuesta de una licitación bienal de afiliados de pensiones, que según el gremio de aseguradoras, podría ser vista como una “expropiación” de inversiones significativas realizadas por empresas estadounidenses en Chile.
Además, la incorporación de un inversor público, financiado por el Estado, crearía “ventajas competitivas” para los nuevos actores en el mercado de pensiones, “perjudicando a los gestores de fondos establecidos”.
“La reforma de pensiones no solo socava el marco regulatorio que ha hecho a Chile un destino confiable para la inversión extranjera, sino que también perjudicaría la estabilidad de los mercados de capitales en el país”, señaló la carta, destacando que las propuestas podrían generar rendimientos más bajos para los trabajadores chilenos y afectar el crecimiento de los fondos de pensiones.
A pesar de estas críticas, el ACLI también elogió algunos aspectos de la reforma, como el fortalecimiento de los ahorros individuales y el impulso a la educación financiera.
“Valoramos muchas de las reformas propuestas debido a que fortalecerán los ahorros individuales, buscarán mecanismos que reduzcan la brecha de género en los ahorros de pensiones, aumentarán la pensión garantizada universal (PGU) y fortalecerán la educación financiera de las personas; todo lo cual resultará en mejores pensiones. Muchos de estos cambios emplearían las mejores prácticas globales en política de pensiones para mejorar la seguridad financiera de más chilenos”, expresó el documento.
Sin embargo, también advirtieron que ciertas disposiciones podrían poner en peligro la seguridad financiera a largo plazo y desalentar la inversión en instrumentos financieros clave.
La carta concluyó con un llamado a garantizar que las reformas logren sus objetivos sin consecuencias indeseadas para la economía chilena y los inversionistas internacionales.
“Seguimos comprometidos con el progreso y la prosperidad de Chile. Nuestro objetivo es contribuir constructivamente al diálogo en torno a la reforma de pensiones y apoyar políticas que promuevan la seguridad financiera mientras fomentan la estabilidad y el crecimiento económico. Recibimos con gusto un mayor diálogo con los responsables de la creación de políticas públicas para garantizar que las reformas logren sus objetivos previstos sin consecuencias no deseadas”, puntualizó.