"Yo creo que la pareja de un Presidente puede perfectamente tener autonomía profesional. Por cierto que en temas de probidad no se puede trabajar en un espacio en donde se generen conflictos de interés, pero eso es algo que viene con la decisión de hacer política", señaló la antropóloga tras el cierre de la Coordinación Sociocultural de la Presidencia.
Tras anunciar este jueves el cierre definitivo de la Coordinación Sociocultural de la Presidencia, Irina Karamanos, se refirió al rol que desempeñó este año.
“Es tensionante estar en espacios de poder“, confesó.
“El espacio como institucional de la Primera Dama ha tenido estas fundaciones insertas como a propósito de que el Presidente de la República designa a quién las va a presidir, pero llegamos a la conclusión (…) de que era importante buscar una mayor idoneidad en la presidencia de estas fundaciones y que por eso debieran salir de Presidencia y para eso hicimos cambios estatutarios. Y hoy se cerró la Coordinación Sociocultural”, dijo en diálogo con Emol TV.
Sobre su experiencia en el cargo, la antropóloga comentó que “yo desde el inicio vi que esta figura es excepcional dentro de toda la estructura del Estado, no hay otro rol ocupado en un nivel tan alto por la pareja de alguna persona democráticamente electa. Eso nos llamaba la atención y por eso considerábamos que desde una mirada contemporánea merecía al menos repensarse”.
“Encontramos la fórmula en un año, pero podrían haber sido dos también, lo que pasa es que también quisimos ser eficientes”, agregó.
Respecto al aporte que se podía generar desde el cargo, Karamanos planteó que “siempre se puede generar un aporte en política, sobre todo en espacios de poder, por ejemplo, o el mero hecho de tener exposición pública puede amplificar, por ejemplo, la voz o lo que uno diga y eso puede tener repercusiones y en ese sentido, uno puede tener bastante influencia. Lo que pasa es que yo no quise ese protagonismo o para usar ese espacio como plataforma de nada, no tengo intereses electorales“.
“Fundaciones sí han sido un gran aporte a nuestro país, la pregunta, creo, no es si es que se pueden hacer cosas buenas desde ese lugar, sino que de si es legítimo que esa persona las haga desde un lugar de poder”, añadió.
“La pareja de un Presidente puede perfectamente tener autonomía profesional”
Sobre su futuro, expresó: “Hoy en día las mujeres pueden ocupar un espacio en la política y pueden ser electas democráticamente. Y creo que es nuestra responsabilidad generar los mecanismos democráticos también para que exista esa paridad, eso es lo que tenemos que asegurar a nivel de sistema. Por eso no creo que esta figura, en estos tiempos, sea como la versión actualizada de lo que tiene que ser la pareja de un Presidente”.
“Yo creo que la pareja de un Presidente puede perfectamente tener autonomía profesional. Por cierto que en temas de probidad no se puede trabajar en un espacio en donde se generen conflictos de interés, pero eso es algo que viene con la decisión de hacer política“, dijo.
Sobre su caso personal, comentó que “soy militante, también voy a seguir militando, para mí todo este año fue un acto muy militante, porque significó también, en el fondo, ponerme al servicio de un cambio sin identificarme con ser una Primera Dama, sino que con el neto interés de transformar una institución para hacer mejor al Estado”.
“Yo sabía desde el principio que me iba a ir y que tenía una misión clara, entonces la verdad nunca sentí que en el fondo iba a acumular poder, pero sí es tensionante estar en espacios de poder y creo que también es tensionante tomar la decisión del ejercicio que hicimos este año”, añadió.
Finalmente, indicó que “no he visto ejemplos a seguir para ser la pareja del Presidente sin estar en el Gobierno, pero lo que busco es que también creo que hay que verlo desde una manera más natural, creo que entenderse como pareja, tener una vida privada en conjunto, a la vez tener una profesión, apoyarse mutuamente, es algo que yo creo con lo que la gente empatiza mucho”.